Cuando nos encontramos en una situación tan delicada como la de perder un trabajo, el primer paso que debemos dar es la de reclamar la demanda de empleo, un documento indispensable para volver al mercado de trabajo lo antes posible.
Por esa razón, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha recordado cómo se debe solicitar dicha tarjeta. Tal y como ha informado el organismo en su página web, el mecanismo depende de la comunidad autónoma en la que resida el ciudadano.
Así, en el caso de que el ciudadano resida en una comunidad autónoma deberá acudir a la oficina del servicio autonómico de empleo que le corresponda por la dirección de su domicilio. En función de la administración autonómica, podrá hacer el trámite de forma telemática, aunque lo mejor es ponerse en contacto con el servicio de empleo y hacer este tipo de consulta.
Por el contrario, si reside en Ceuta o Melilla tendrá que acudir a la oficina del SEPE que le corresponda por su domicilio. O, en su defecto, realizar el trámite en la Sede Electrónica del SEPE accediendo con usuario + contraseña, certificado digital (puede conseguirlo en cuatro sencillos pasos) o DNI electrónico.
¿Qué documentación se necesita para conseguir la demanda de empleo?
En cualquiera de los dos casos, el ciudadano deberá entregar cierta documentación necesaria para poder hacer el trámite:
-El Documento Nacional de Identidad y, además, el permiso de residencia y/o de trabajo si se trata de una persona extranjera.
-La cartilla de la Seguridad Social. Las personas extranjeras solo podrán aportarlo si han trabajado en España anteriormente.
-Justificantes tanto de titulaciones profesionales como de profesionales académicas, si estuviese en posesión de alguno de ellos.
¿Para qué sirve la demanda de empleo?
El SEPE la define como "la solicitud de un puesto de trabajo que realiza un trabajador, desempleado o no, ante una Oficina de los Servicios Públicos de Empleo del Sistema Nacional de Empleo".
Se trata de unos de los requisitos más importantes y necesarios para acceder a la prestación contributiva por desempleo (el paro) y otras como el subsidio por desempleo, el subisidio para mayores de 52 años o la Renta Activa de Inserción. También permite el acceso a cursos de formación para desempleados con el objetivo de facilitar su vuelta al mercado laboral