El Banco de España ha analizado las facilidades de acceso que tienen los españoles, en función de su zona de residencia, a la infraestructura de efectivo, principalmente cajeros, para poder obtener dinero en metálico cerca de sus domicilios. Su conclusión es que 1,3 millones de españoles, un 3,75% sobre una población de 47,39 millones, "se encuentran en una situación que puede considerarse vulnerable".
El estudio, elaborado por Diana Posada Restrepo de la Dirección General de Efectivo y Sucursales del organismo regulador con datos de finales del año pasado, determina que una mayor reducción y/o concentración de las infraestructuras de efectivo aumenta la brecha entre quienes encuentran dificultades para acceder al efectivo y quienes tienen fácil acceso a él.

Índice de vulnerabilidad
Además, la autora ha analizado si la distribución de esta infraestructura cubre adecuadamente la demanda de efectivo en función de las características sociodemográficas de las diferentes regiones. Con este fin, se presenta un índice de vulnerabilidad en el acceso al efectivo, que permite detectar aquellos municipios con un mayor riesgo de quedar financieramente excluidos en términos de acceso al efectivo.
El informe puntualiza que el grado de cobertura de la infraestructura de efectivo se define como el porcentaje de población con al menos un punto de acceso en un determinado radio de distancia. Para el estudio, se plantearon dos radios diferentes de 5 km (en el mapa adjunto) y de 10 km. La distancia al punto de acceso se mide en línea recta desde el centro del núcleo poblacional.
El informe concluye que hay grandes diferencias por provincias, con Zamora como la peor parada. De media, el 98% de la población tiene un punto de acceso al efectivo en un radio de 5 km, aunque no esté localizado en su municipio.
Sólo seis provincias (entre las que se encuentran Vizcaya, Tenerife o Cádiz) y en las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla el 100% de los habitantes disponen de una oficina bancaria o de un cajero en un radio de 5 km, en otras 36 provincias este porcentaje se sitúa entre el 90% y el 99%, y en ocho provincias es inferior al 90%.
Castilla y León es la comunidad autónoma con una cobertura menos amplia, con Zamora y Ávila como las provincias que presentan menores ratios de población con un punto tradicional de acceso al efectivo en un radio de 5 km, el 81% y el 85%, respectivamente. La autora explica esta diferencia con respecto a otras provincias españolas por su menor densidad de población, la orografía del territorio, que han hecho que la cobertura de la red de oficinas y de cajeros automáticos en estas zonas del país haya sido menor y se haya tenido que ver compensada, en parte, por soluciones alternativas, como agentes financieros u oficinas móviles. A esto hay que sumar el proceso de consolidación bancaria de los últimos años, que ha intensificado una situación cuyo punto de partida ya era menos favorable.
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