Los autónomos tienen que vigilar con mayor atención sus operaciones en efectivo a raíz de la nueva ley de lucha contra el fraude fiscal que aprobó el Gobierno y que, además de esta medida, contemplaba otras de importancia para el sector como la prohibición de los programas de software de doble uso o mayores recargos en las presentaciones tardías de las declaraciones.
En lo que respecta al efectivo, el texto de la ley es claro: se reduce de 2.500 a 1.000 euros el límite de las operaciones en efectivo para empresarios o profesionales. Aquí se engloban los autónomos, que si pagan o cobran en efectivo por un importe superior a esta cantidad pueden tener problemas.
La Ley 11/2021, de 9 de julio, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal establece que, en caso de incumplimiento, se impondrá una sanción del 25% de la base de la sanción. Esto quiere decir que, siempre que se superen un pago o un cobro de más de 1.000 euros, el 25% de esa cantidad conformará la cuantía de la sanción. Así, si pagamos en efectivo por un valor de 4.000 euros, la sanción será de 1.000 euros.
No obstante, existen ciertas reducciones a las que estos autónomos se pueden acoger y que pueden disminuir la cuantía de la sanción. De acuerdo con la Agencia Tributaria, "el pago voluntario por el presunto responsable en cualquier momento anterior a la notificación de la resolución" conlleva una reducción del 50%, aunque implica renunciar a la vía administrativa y contempla el pago de esta reducción si se recurre en la vía contencioso-administrativa.
Al margen de esto, el redactado de la ley explica que la reducción de las sanciones por un acta con acuerdo sube del 50 al 65% y la reducción por conformidad se mantiene en un 30%.
Qué se entiende por dinero en efectivo
Teniendo claras las sanciones, también conviene saber qué es lo que se entiende por dinero en efectivo, es decir, todo lo que puede hacer que nos convirtamos en infractores si lo usamos como método de cobro o pago por encima de la cantidad estipulada. La Ley 10/2010, de 28 de abril, de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo establece que el dinero en efectivo se compone de:
-Papel moneda y moneda metálica, tanto nacional como extranjera.
-Efectos negociables o medios de pago al portador.
-Tarjetas prepago.
-Materias primas utilizadas como depósitos de valor de gran liquidez.
Los grupos de autónomos vigilados
Esta cruzada contra el uso de dinero en efectivo plasmada en la nueva ley contra el fraude fiscal se produce tras las directrices del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2021 de la Agencia Tributaria, que ya lo relacionaba a la economía sumergida y ponía el acento en "sectores y modelos de negocio en los que los niveles de economía sumergida puedan generar una especial percepción social, con especial observancia del uso de efectivo en cantidades superiores a las legalmente establecidas".
Estos sectores, según las informaciones del portal especializado Autónomos y Emprendedores, son los del comercio, la restauración, la construcción, las reformas, actividades inmobiliarias o recogida de frutas.