
Larry Fink, cofundador y director ejecutivo de BlackRock, es una de las voces más respetadas en los mercados financieros tras años de experiencia y buen hacer a los mandos de BlackRock, una de las mayores firmas financieras del mundo. Fink ha reconocido que es "está preocupado por la inflación", después de que los precios hayan dado otro 'salto' en EEUU durante junio. El IPC se situó en el 5,4% anual (frente al 5% de mayo), cuando las previsiones hablaban de una moderación en los precios.
"No estoy hablando de una inflación como la de 1970, pero creo que vamos a tener una inflación superior al 2%.... probablemente más cerca del 3,5% al 4,0%", aseguró en una entrevista con Reuters.
"¿Eso significa que la Reserva Federal tendrá que cambiar la política? Creo que sí", asegura Fink. El cómo y el cuándo cambie la Fed su política puede ser clave para el devenir de los mercados, pero ahora mismo es complicado saber qué va a hacer la Fed, porque sus mensajes dicen una cosa, pero los datos de inflación dicen otra.
Un rápido aumento de los precios ha dejado a los inversores preguntándose si es probable que la inflación esté a punto de alcanzar su punto máximo pronto o si una inflación más alta está aquí para quedarse.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha declarado repetidamente la inflación será transitoria, y señaló que espera que las cadenas de suministro se normalicen y se adapten. "
En los próximos años veremos como se adapta el mercado de trabajo, cómo se remodelan nuestras plataformas de fabricación, nuestra cadena de suministro. Estos procesos van a ser un poco más inflacionarios", sostiene Fink.
Una de las principales preocupaciones a las que se enfrentan los inversores que un crecimiento económico y del IPC demasiado rápido obligue a la Fed a subir tipos y retirar estímulos antes de lo previsto. Estos estímulos son considerados como un apoyo para los activos de mayor riesgo.
Pasos pequeños de la Fed
Fink cree que un aumento de los tipos de interés de la Fed en 50 o 100 puntos básicos "no sería tan malo ni interrumpiría el mercado de valores... Realmente se trata de cómo implementan los cambios más que si ahora reconocen que tal vez la inflación está un poco por encima de su objetivo", dijo.
Pese a todo Fink cree que la tendencia a largo plazo para el mercado de valores de EEUU sigue siendo fuerte: "No estoy estoy diciendo que los mercados van a subir en línea recta, puede haber decepciones en el futuro. Pero en general, con la cantidad de estímulos fiscales y monetarios, y lo que es más importante con la cantidad de efectivo que se espera que entre en los mercados, creo que la línea de tendencia seguirá siendo ascendente", asegura Fink en una entrevista en la CNBC.
Fink señala dos preocupaciones clave para la economía y los mercados. "Habrá que ver cómo responden los mercados durante los próximos seis meses a medida que el mundo es capaz de manejar la variante delta y la velocidad a la que se distribuyen las vacunas en todo el mundo", explica Fink. "Y luego dos, ¿cuál será la inflación en seis meses y un año?"
La inflación y su impacto en la economía y los mercados es un tema importante en este momento, a media que la actividad económica de EEUU acelera a la vez que se agudizan las interrupciones relacionadas con la pandemia.
Aunque el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y otros funcionarios del banco central han mantenido su previsión de que la inflación más alta de lo normal será temporal y estará vinculada en gran medida a la reapertura tras el covid, Fink tiene una opinión diferente.
"Me preocupa la inflación. No creo que la inflación vaya a ser transitoria", asegura Fink a la CNBC. "La forma en que la Reserva Federal y otros bancos centrales navegan ese nuevo mar de inflación va a ser muy importante".
Fink argumenta que su predicción de una inflación más alta se basa en razones más importantes que los cuellos de botella de la cadena de suministro, aunque este último factor es importante en este momento. "Creo que es un cambio fundamental y clave en la forma en que manejamos la política económica", sostiene.
El consejero delegado de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, apuesta por un escenario similar y ha llegado a asegurar que el mayor banco de EEUU está acumulando grandes cantidades de efectivo para beneficiarse de un eventual incremento de los tipos de interés ante la perspectiva de un aumento de la inflación.
"Si se mira a nuestra hoja de balance, tenemos 500.000 millones de dólares en efectivo. De hecho hemos estado acumulando más y más efectivo esperando a oportunidades de invertir a tasas más altas", señaló Dimon en declaraciones hace unas semanas.
Del consumismo a la calidad
"Creo que después de la Segunda Guerra Mundial nuestra política económica se basó en el consumismo. Siempre creímos que los productos más baratos para los estadounidenses era la mejor manera de que más estadounidenses pudieran tener más cosas. Yo diría que en los últimos cinco años nos hemos alejado de esa creencia fundamental y ahora decimos que los trabajos son más importantes que el consumismo", explica Fink.
Ha habido un mayor énfasis en hacer que las cadenas de suministro estén menos concentradas geográficamente. Eso incluye los esfuerzos para trasladar la fabricación a a los países desarrollados después de haber hecho lo contrario durante décadas. "Eso probablemente conducirá a una mayor inflación sistemática", sostiene Fink.
Fink, quien se ha convertido en una de las voces más fuertes de Wall Street sobre la adopción de medidas para luchar contra el cambio climático, también dijo que el cambio hacia las energías renovables lejos de los combustibles fósiles es algo a tener en cuenta.
"Creo firmemente que veremos aumentos salariales, así que todo esto me indica que vamos a tener una inflación del 3,5% o más durante el próximo año", sentencia Fink. El impacto potencial en el mercado de valores aún está aún por ver, asegura el experto.
"Si somos capaces de traspasar los precios y no cambian los márgenes, o podemos mejorar la productividad, entonces la inflación es buena para las acciones", explica el experto de BlackRock.
Pero "si la inflación se come los márgenes sin productividad, entonces veremos un aplanamiento o una disminución de los mismos. Esa será la cuestión fundamental relacionada con la renta variable". Si las empresas no pueden trasladar los mayores costes a los consumidores, tendrán que recortar márgenes y sus resultados se verán presionados, lo que tendrá cierto impacto en sus valoraciones.