Cuando solicitamos una pensión de incapacidad permanente, una de las partes más importantes y temidas del proceso es pasar por el tribunal médico que comunicará a la Seguridad Social si, en su opinión, somos merecedores de esa pensión o no. Una situación tensa ante la que nunca se sabe bien como actuar.
En primer lugar, la persona que se somete al juicio del tribunal debe saber que este órgano no será el encargado de decidir si merece pensión o no. Su opinión no es vinculante y la toma final de la decisión corresponde a la Seguridad Social. Eso sí, sus dictámenes suelen contar e importar bastante. Pero el aspirante a pensionista debe relativizar en este sentido con el fin de contribuir a su relajación.
Para el trámite en sí, ese 'cara a cara' con el tribunal, el bufete de abogados especializado en cuestiones de incapacidad Campmany Abogados aporta una serie de consejos que pueden ser muy útiles para afrontar esta prueba y no generar dudas en el tribunal.
De acuerdo con el bufete, "la clave está en ser natural y coherente". Puede parece baladí, pero con la tensión del momento a veces se olvida y es especialmente importante cuando el tribunal empieza a hacer preguntas al aspirante a pensionista. Muchas de ellas pueden esconder una 'trampa' que busca saber el grado real de dependencia o la afectación de la dolencia a la vida familiar y/o laboral.
Siempre hay que mantener la calma y no mostrar enfado o una reacción adversa a las preguntas o peticiones del tribunal, que incluso puede llegar a solicitar al demandante que efectúe ciertos movimientos o acciones. Obviamente, mentir no es una opción, pero tampoco exagerar respecto a nuestro estado. Además, ponerse a la defensiva puede ser contraproducente, ya que existe la posibilidad de que eso aumente las suspicacias del tribunal.
Otro de los consejos que hay que tener siempre muy presentes es contar con toda la documentación e informes medicos que se tengan, ya que serán sumamente importantes para acreditar la condición que debe garantizarnos la pensión de incapacidad. En base a dichos informes, el tribunal podrá solicitarnos esos movimientos o acciones anteriormente citados. De ahí, también, la necesidad de responder de buena gana a esas peticiones.
A modo de resumen, el bufete explica que la fórmula perfecta para pasar con éxito el tribunal es "permanecer tranquilo y ser, sobre todo, sincero", apoyarnos en todos los informes médicos de nuestra posesión y actuar con toda la naturalidad posible.