España es el país con menos ayudas para las familias del entorno. En materia fiscal, las desgravaciones en la renta para familias solo alcanzan el 5,4% mientras la media de los países europeos de la OCDE avanza el 11,3%. En la Unión Europea, solo los países nórdicos tienen menos desgravaciones para las familias. Sin embargo, estos países son líderes en subsidios y ayudas directas, que es donde centran su política de ayuda a las familias.
"La mayoría de los países brindan desgravaciones fiscales a las familias con niños, generalmente a través de exenciones fiscales específicas que reducen los impuestos sobre la renta", explica Elke Asen, analista de políticas en el Center for Global Tax Policy de la Tax Foundation. "Si bien todos los países europeos de la OCDE ofrecen desgravaciones fiscales para las familias, su alcance varía sustancialmente entre países", añade.
En los países europeos, una familia con un asalariado y dos hijos enfrentó en promedio una carga fiscal del 28,3% en 2020. La carga fiscal media de un trabajador soltero sin hijos fue del 39,6%, 11,3 puntos porcentuales más que una familia. En España, la misma familia del 33,9%, mientras que un trabajador soletero español 39,3%, solo 5,4 puntos diferencia, más de la mitad que la media.
Esta forma de medir la desgravación fiscal específica para las familias compara las cargas fiscales sobre el trabajo de una familia con un asalariado y dos hijos y un solo trabajador sin hijos, ambos con los mismos ingresos antes de impuestos. Las diferencias más grandes implican una desgravación fiscal más amplia para las familias. Solo tienen una desgravación menor que España los países nórdicos. Sin embargo, estos países son los que más ayudas establecen para las familias del mundo. Estos países centran sus políticas de apoyo familiar en subsidios y ayudas directas.

Polonia es el que más desgravaciones ofrece. Tiene la mayor disparidad entre las dos cuñas tributarias de todos los países cubiertos, con una diferencia de 21,6 puntos porcentuales entre su cuña tributaria del 13,2 por ciento para las familias y la cuña tributaria del 34,8 por ciento para los trabajadores solteros.
La carga fiscal sobre el trabajo, o cuña fiscal, es la diferencia entre el coste laboral total de un empleado para un empleador y el ingreso neto disponible del empleado. Es decir, la suma de los impuestos sobre la renta y los impuestos sobre la nómina de un trabajador que gana el salario promedio en un país, dividido por el costo total de la mano de obra de este trabajador.
En ayudas directas, España también está al final de la tabla. Solo están por detrás Polonia, Letonia y República Checa. Las prestaciones, subsidios y ayudas para las familias pobres con hijos son ocho veces mayores en Alemania que en España. En aquel país, un hogar vulnerable ingresó el año pasado un máximo de 2.328 euros por niño. En España, apenas 291. En otras palabras, 194 euros mensuales frente a 24,25 euros. El grueso de los casi 1.500 millones presupuestados en 2018 fue para familias con hijos con discapacidad (1.000 euros anuales si la discapacidad es mayor o igual al 33%). Del total, algo menos de un cuarto (346 millones) fue para hogares pobres.
La Comisión Europea pidió en 2018 a España medidas por su pequeña inversión en familia e infancia. Según los datos de Bruselas, solo destina un 1,3% de su PIB, frente a la media del 2,4% de los Estados miembros.
Tributación conjunta
El Gobierno anunció a principios de mayo que estudiaba la eliminación de la tributación conjunta en el IRPF, la principal medida de alivio fiscal para las familias. Sin embargo, rectificó a las 24 horas y rechazó continuar la tramitación.
El ejecutivo había incluido esta medida en el Plan de Recuperación enviado el viernes a Bruselas al considerar que "genera un desincentivo a la participación laboral del segundo perceptor de renta", que suelen ser mujeres. La tributación conjunta en el IRPF evita que Hacienda cobre a las familias 2.300 millones de más por juntar sus rentas. El Gobierno anunció ayer que abandonaba el proyecto en el que pretendía su eliminación. La medida afecta a más de 2 millones de familias, casi 4,2 millones de contribuyentes. Este beneficio fiscal supone, de media, un ahorro de unos 1.100 euros al año para los que se acojen en la declaración.
La derogación de esta prerrogativa afecta de lleno a las clases medias. Las rentas más altas y las más bajas apenas notarán el cambio. Las primeras porque no ingresan los suficiente como para alcanzar la tributación mínima. Las segundas, porque la mayor parte de sus ingresos provienen de las rentas de capital.
El Gobierno señala a las "recomendaciones" de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). En efecto, en su último informe apunta al coste de este beneficio fiscal. Sin embargo, precisa que se debe "acelerar su paulatina desaparición mediante el establecimiento de un régimen transitorio para no perjudicar a las familias con menor capacidad de adaptar sus decisiones de participación laboral a la nueva situación". A su juicio, habría que "compensar el efecto negativo que continuará teniendo el beneficio fiscal con nuevos incentivos a la participación laboral de las mujeres que disminuyan la brecha de género".
La AIReF también alerta de posibles efectos perversos. "Genera un desincentivo a la participación laboral del segundo perceptor de renta (mayoritariamente mujeres), lo que acentúa los problemas de brecha de género de la economía española", explica.
Ayuso lanza otra ayuda
La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid y candidata a la investidura de la Presidencia, Isabel Díaz Ayuso, ha apostado en el primer Debate de Investidura por la natalidad y las ayudas a la maternidad para fortalecer el crecimiento económico.
De este modo, Ayuso ha anunciado, además de la rebaja de IRPF en medio punto, ayudas de 14.500 euros a mujeres menores de 30 años embarazadas, que tengan rentas de menos de 30.000 euros al año y que lleven al menos diez años empadronadas en la Comunidad. En concreto, las mujeres de menos de 30 años recibirán una ayuda de 500 euros al mes desde el quinto mes de embarazo y hasta los dos años. La percepción de este ingreso durante 29 meses, que suma en total 14.500 euros, será totalmente compatible con el desempeño de una actividad laboral remunerada por parte de las beneficiarias. El Gobierno regional prevé que podrán optar a esta ayuda entre 12.000 y 14.000 mujeres y que supondrá una inversión cercana a los 250 millones de euros en cada ejercicio. Asimismo, las mujeres embarazadas de hasta 35 años tendrán prioridad en la presentación de solicitudes de alquiler de vivienda dentro del Plan Vive, y todas las madres de la región que estén en desempleo, independientemente de su edad, podrán participar en bolsas de trabajo específicas adaptadas a sus necesidades y en planes de formación con soporte educativo en caso de que quieran completar sus estudios.
"Sin el crecimiento de la natalidad no tendremos crecimiento sólido de la economía", ha destacado Díaz Ayuso, al tiempo que ha agregado que "el verdadero feminismo es ayudar a las mujeres sea cual sea su proyecto de vida y no enfrentarlas a los hombres".
La candidata a la investidura de la Presidencia ha recordado que en 2019 nacieron en la Comunidad de Madrid 56.000 niños, 24.000 menos que en 2008 y ha asegurado que "un país con futuro necesita, al menos, el doble de nacimientos".
"Es cierto que Madrid continúa siendo una de las regiones más jóvenes de España, y que somos una de las tres comunidades en las que hay más nacimientos que defunciones, queremos un Madrid que apueste por la vida, una región donde los niños sean los protagonistas, una región capital, pero humana y alegre, que mire al futuro y lo construya, la región de las familias" ha destacado Díaz Ayuso.
La presidenta en funciones ha considerado "imprescindible que nazcan niños para que funcione la solidaridad intergeneracional, que los mayores pasen su herencia económica, cultural y personal a los más jóvenes y vivan en una sociedad capaz de cuidarles y devolverles lo mucho que nos han dado".
"En definitiva, se trata de convivencia de las distintas generaciones", ha indicado Ayuso, al tiempo que ha asegurado que "el deterioro económico y el deterioro demográfico se retroalimentan". "Como no se ve futuro, no se tienen hijos; y, como no se tienen hijos, no hay futuro", ha sentenciado Díaz Ayuso en su discurso.
Después de anunciar la mayor rebaja fiscal de la historia de Madrid, la candidata a la investidura ha anunciado ayudas a la vivienda para los jóvenes, que van desde las deducciones por hipoteca, ayudas al alquiler y ayudas directas para facilitar el acceso a la compra de un inmueble.
En este sentido, Ayuso ha destacado que se ampliará la deducción por alquiler en el IRPF de hasta 1.200 euros un 20% más del límite actual, manteniéndose dicha deducción hasta los 40 años si hay una situación de desempleo u obligaciones y responsabilidades familiares. También se mantendrá la deducción en la cuota de IRPF del 25% de intereses de la hipoteca, con un máximo de 1.000 euros por año para menores de 30 años.
Además, la Comunidad culminará el plan Alquila Joven que, según ha puntualizado Ayuso, se inició el pasado 21 de abril con la ampliación del seguro de impago de rentas hasta dos años para los menores de 35 años.
Por otro lado, la Comunidad de Madrid también proporcionará ayudas directas para facilitar a los jóvenes la compra de una vivienda con la puesta en marcha del programa Mi primera vivienda. Según ha destacado la presidenta en funciones, Isabel Díaz Ayuso, el plan de vivienda irá destinado a aquellos que, siendo solventes, no dispongan del ahorro suficiente para aportar en la entrada y se ayudará con hasta un 20% del valor de la vivienda articulando un aval o seguro que le permita acceder a la hipoteca.