
El escenario económico de recuperación tras la pandemia y el cambio de Administración en EEUU tiene a los inversores obsesionados con una única preocupación: la inflación. Aunque el coronavirus ha hecho que la prioridad sea salir del shock económico y los riesgos geopolíticos parecen haber amainado tras cuatro años frenéticos, se corre el riesgo de que los árboles no dejen ver el bosque.
Así lo advierte BlackRock en su último comentario semanal, elaborado por sus analistas Wie Lei, Teddy Bunzel, Elga Bartsch y Catherine Kress: "La atención del mercado a los riesgos geopolíticos ha caído a los niveles más bajos de los últimos cuatro años. Creemos que esto está justificado, ya que los inversores parecen estar más centrados en la reanudación de la actividad económica y en las perspectivas de inflación, y menos preocupados por la geopolítica desde el cambio de gobierno en EEUU. Sin embargo, merece la pena vigilar los riesgos específicos, ya que los estallidos pueden pillar a los inversores desprevenidos cuando la atención es escasa".
Para poder hacer esta afirmación, los analistas del mayor gestor de activos del mundo recurren a un panel de control propio que mide la atención del mercado a la geopolítica en general y a cada uno de los 10 principales riesgos preseleccionados por ellos. Los indicadores de riesgo de este panel han tendido a la baja en el último año debido a que se ha desvanecido la atención a riesgos como la competencia estratégica entre EEUU y China, un severo rebrote global del covid-19 y las tensiones en el Golfo.
Tanto es así que este año el indicador global de riesgos se ha situado en negativo, evidenciando que la atención del mercado a los riesgos geopolíticos está por debajo de la media de los últimos cuatro años, coincidentes con el mandato de Donald Trump. Hitos como la tensión inicial con Corea del Norte o los repetidos choques con China o Irán elevaban el índice, que experimentó su máximo al otorgar la OMS al covid la calificación de pandemia global.
Aunque la entrada de Joe Biden a la Casa Blanca parece haber apaciguado algunos frentes internacionales, desde BlackRock instan a no obviar los riesgos geopolíticos latentes y menos aún por centrar la vista solo en las subidas de los precios, fenómeno que los bancos centrales de todo el mundo se empeñan en calificar de "transitorio".
De hecho, BlackRock avisa de que ha localizado potenciales riesgos subestimados por los mercados. Los expertos de la firma aseguran haber detectado una "desconexión" entre la atención del mercado a algunos de estos peligros y la probabilidad de que se desencadenen atendiendo a un análisis más fundamentado. Dos son en concreto los riesgos que en BlackRock ven infraestimados: los ciberataques y un posible conflicto con Corea del Norte.
"En primer lugar, la atención al riesgo de ciberataques importantes ha retrocedido desde su pico en 2020, aunque vemos una alta probabilidad de que este riesgo ocurra. El reciente hackeo de un oleoducto estadounidense -y su impacto en los mercados energéticos- pone de manifiesto el riesgo", advierte en primer lugar el análisis.
"En segundo lugar, la atención del mercado a un posible conflicto con Corea del Norte está muy por debajo de la media histórica, pero calificamos la probabilidad del riesgo como "media", y vemos probable que las tensiones aumenten de cara a 2022. Las provocaciones de Corea del Norte, incluidas las pruebas de misiles de largo alcance y la posibilidad de un ensayo nuclear, podrían desencadenar una posible escalada", añade. Falta por ver cómo maniobra la Administración Biden con el país asiático tras el acercamiento entre Trump y Kim Jong Un con varios encuentros.
Además de estos riesgos 'olvidados' por los mercados, BlackRock introduce otros cuatro peligros latentes en su panel de control: un resurgimiento del covid a nivel global, una crisis política en los mercados emergentes, una creciente desconexión tecnológica entre EEUU y China que afecte a todo el planeta y un bloqueo en las políticas climáticas.
"La atención del mercado a un resurgimiento del covid-19 parece baja, pero asignamos a este riesgo una probabilidad media. La atención a la crisis política de los mercados emergentes es relativamente elevada, aunque vemos una probabilidad baja, exponen los analistas de la firma de gestión de activos, que sí aprecian un mayor riesgo en la pugna tecnológica entre las dos principales potencias mundiales.
"Sí vemos una alta probabilidad de que la desconexión de los sectores tecnológicos de EEUU y China se acelere en escala y alcance, a pesar de la relativamente baja atención prestada al riesgo de desacoplamiento tecnológico global. (...) El gobierno de Biden continúa con la postura de su predecesor de intensa rivalidad con China, centrándose en las tecnologías críticas y China ha hecho de la autosuficiencia tecnológica una prioridad absoluta", refleja con preocupación el comentario semanal de BlackRock. Los autores también hacen énfasis en que las tensiones entre EEUU y China sobre Taiwán han aumentado. "No vemos riesgos de enfrentamiento militar a corto plazo, pero creemos que existe una amenaza significativa a medio y largo plazo", precisan.
En lo tocante a un bloqueo de la política climática, los economistas de la firma centran su preocupación en que "las economías desarrolladas no logren aumentar la inversión pública y la acción reguladora para alcanzar sus objetivos de reducción de las emisiones de carbono". Sin embargo, aunque ponen de relieve que "la atención a este riesgo parece escasa", esto está en línea con su propia evaluación, ya que consideran baja la probabilidad.
Como conclusión, desde BlackRock insisten en que ven "justificada" una relativa disminución de la atención del mercado a los riesgos geopolíticos, "sobre todo a la luz de poderosos factores clave del mercado a corto plazo, como la reanudación de la actividad económica y las perspectivas de inflación". Sin embargo, avisa, aunque siguen siendo "partidarios del riesgo", "observamos que estos riesgos geopolíticos (latentes) podrían tener un impacto excesivo cuando los mercados menos lo esperan".