Los sectores con un mayor componente de estacionalidad y temporalidad consideran que la futura regulación de los contratos ha de establecer modalidades que se adapten a sus distintas peculiaridades. El Ministerio de Trabajo defiende que en el futuro, el contrato que primará será el indefinido y que las modalidades eventuales se limitaran a causas bien delimitadas, rompiendo la ambigüedad que existe en la actualidad. La vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, apuntó recientemente que continuarán los contratos temporales, pero que en ningún caso serán "sinónimo de precariedad" y señaló que los sectores con un mayor componente de estacionalidad tendrán a su disposición el contrato fijo-discontinuo.
Sin embargo, como reconoció la ministra no es lo mismo temporalidad que estacionalidad. La primera está ligada a actividades que tienen picos, a veces puntuales e, incluso, muy cortos, como la agricultura y una parte de hostelería. En estos casos, el fijo-discontinuo no siempre es adecuado, según señalan fuentes de estos sectores. Ambos insisten en la necesidad de que se establezcan contratos acordes a sus características y reconocen que el Ministerio de Trabajo se ha mostrado abierto a esta posibilidad en las reuniones mantenidas.
La estacionalidad supone periodos más largos y recurrentes cada año, claramente ligados al turismo y sectores como la hostelería de costa. En este caso, los fijos-discontinuos son más adecuados. Sin embargo, las patronales de estos últimos, prefieren ser discretos, pues prefieren no hacer valoraciones hasta no conocer los detalles de la propuesta de Trabajo. Fuentes de la CEOE reiteran esta tesis al estar en proceso de negociación, aunque apuntan que "están de acuerdo con que estacionalidad no supone precariedad, aunque se debe tener en cuentan las peculiaridades de flexibilidad de cada sector".
Hay muchos restaurantes que contratan los fines de semanas o solo para los puentes
Juan José Álvarez, de Asaja, señala que la agricultura es uno de los sectores más afectados por la eventualidad, pues el 90% de los asalariados lo son. En este sentido, se muestran preocupados por las reformas que, según Trabajo, vienen impuestas por Bruselas. Su petición es muy clara: quieren que se adapte la futura contratación al campo, pues el actual Estatuto de los Trabajadores no se elaboró pensando en esta actividad. Álvarez dice que tanto Asaja como los sindicatos del campo están de acuerdo con el mantenimiento de los contratos temporales y aboga por adaptar el actual de fijos-discontinuos o crear uno nuevo. Y, como complejidad, recuerda que parte de su mano de obra es extranjera contratada en origen, que en muchos casos no vuelven la siguiente temporada.
José Luis Yzuel, responsable de la hostelería en España, insiste también en la peculiaridad, pues en muchos restaurantes se contrata a personal para un fin de semana o un puente, lo que impide la modalidad de fijo-discontinuo. Pero recuerda, que en su caso los contratos los hacen las empresas sin recurrir a ETT o subcontratas. No obstante, Yzuel prefiere no entrar en el debate; "cuando haya propuesta nos posicionaremos".
Tampoco quieren opinar desde Exceltur o la patronal de hoteles. Margalida Adrover, la responsable de economía de CAEB, la patronal balear, considera que el contrato fijo-discontinuo encaja bien en la economía del archipiélago. De hecho, el 5,5% de los contratos son de esta modalidad. Y en conjunto, el 75% son indefinidos, y una cuarta parte temporal, en línea con la media nacional. Adrover señala que el reto está en romper la estacionalidad del turismo, para alargar las temporadas vacacionales, más que una modificación laboral.