
"No nos vale volver al 1997, ni al 2006. Los problemas estructurales del mercado de trabajo estaban en 2000, 2001. Por lo tanto, lo que vamos a hacer es una gran revolución en el empleo en España", asegura la ministra y vicepresidenta tercera de Gobierno, Yolanda Díaz, en una entrevista con La Vanguardia.
La ministra de Trabajo ha explicado que los agentes económicos ya conocen las diez grandes reformas en las que consistirá esta revolución, y que ya están trabajando en esta dirección, pese a las críticas a la opacidad sobre la reforma laboral de 2012 y su modificación.
Entre las medidas en materia laboral previstas en el Plan de Recuperación figura una simplificación de las modalidades de contratación, una regulación adecuada de los contratos de formación, la promoción de los contratos fijos-discontinuos para actividades estacionales o la penalización de la excesiva utilización de contratos de muy corta duración.
También prevé un Plan 2021-2027 de trabajo digno para las personas jóvenes y programas de formación en proyectos de interés público y social, de primera experiencia profesional en las administraciones públicas o de investigación.
"En Europa nadie puede entender por qué en 2019 tuvimos 6 millones de contratos con una duración inferior a siete días. No se puede tejer un país así. Tampoco proyectos de vida", ha denunciado la ministra. Díaz asegura que, con estas características del mercado laboral, resulta muy difícil implicar a los trabajadores en un proyecto empresarial: "No queremos vidas para trabajar. Sino trabajos para vivir. Hay que cambiar el modelo de arriba a abajo".
El contrato temporal será justificado por el empresario
La ministra descarta que la solución vaya a venir de la reducción a tres contratos únicamente, y advierte de que, aunque se haya puesto el foco en este detalle de la reforma, es algo mucho más complejo.
"El contrato estable va a ser la normalidad y todo lo que salga de extramuros se va a examinar", apunta Díaz, quien explica que las causas de la precariedad van a ser incorporadas en la reforma. En su proyecto, un empresario tendrá que justificar por qué no hace un contrato indefinido y sí uno temporal. "Ningún país se construye sobre los cimientos de la precariedad", añade.