Economía

El conflicto con el fondo de la UE y las vacunas complica la maltrecha recuperación económica

  • La ayuda de la UE y las turbulencias en los mercados suman dudas
  • Bruselas confía en la ratificación total del fondo antes de junio
Foto: Archivo.

No son la conquista, la guerra, el hambre y la muerte, los cuatro jinetes que precedían al Apocalipsis en los textos bíblicos. Pero cuatro heraldos avisan de la llegada de una agitada recuperación en Europa, justo cuando busca suelo firme para no perder más terreno frente a EEUU y China.

Las dificultades con la puesta en marcha del fondo de recuperación europeo, los temores sobre la absorción de la ayuda por parte de los Estados miembros, el riesgo de que los cambios en la inflación cierren la mano de los bancos centrales, y la lentitud de los europeos con su estrategia de vacunación auguran unos meses complicados para la UE.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, explicó esta semana que las economías estadounidense y china estaban impulsando "una recuperación a varias velocidades", por lo que el Fondo mejorará sus previsiones de crecimiento para este año.

Pero las buenas noticias no llegan de momento al continente europeo, en el furgón de cola del despegue.

La eurozona sugiere que Europa no logrará salir de la zona roja durante este semestre

La economía de la eurozona volvió a contraerse en el primer trimestre de este año. Las restricciones que están imponiendo las grandes economías de la región para contener la tercera ola del covid sugieren que Europa no logrará salir de la zona roja durante este semestre.

La expansión de la variante británica del virus, la dominante en el bloque y la más contagiosa, se ha solapado con los constantes obstáculos que encaran los europeos para progresar con su estrategia de vacunación. Parte del problema se debe a que la Unión apostó en gran medida por AstraZeneca para los primeros meses de vacunación. El primer trimestre recibió algo menos de 30 millones de dosis, frente a los 120 millones de vacunas que había contratado. Además, los socios no están avanzando lo suficientemente rápido con sus planes de vacunación, lo que les ha valido un serio tirón de orejas de la Organización Mundial de la Salud.

"La introducción de las vacunas es inaceptablemente lenta", dijo la OMS este jueves, quien alertó además de que la situación en Europa ahora es "más preocupante de lo que hemos visto en varios meses".

Los Estados miembros están inmersos en una guerra por el reparto de 10 millones de vacunas de Pfizer

Para terminar de rematarlo, los Estados miembros se encuentran inmersos en una guerra por el reparto de 10 millones de vacunas de Pfizer, por las presiones de Austria para quedarse con parte del lote, y el cuestionamiento de unas pocas capitales al criterio poblacional para el reparto que todos acordaron. Viena incluso no ha dudado en jugar el farol de vetar la compra de 100 millones de vacunas adicionales de Pfizer para rascar algunos cientos de miles de dosis.

Europa mantiene su objetivo de vacunar al 70% de adultos para este verano, e incluso la Comisión Europea cree que será capaz de conseguir la meta para mediados de julio, en vez del final del periodo estival en septiembre.

Pero el progreso a trompicones está retrasando la desescalada, y complicando el despegue económico.

A ello se suma la lentitud con la puesta en marcha del fondo de recuperación europeo de 800.000 millones de euros. La paralización del proceso de ratificación del fondo en Alemania por parte de su Tribunal Constitucional ha sido el enésimo palo en la rueda. Todavía no hay claridad sobre cuándo y de qué manera se pronunciarán los jueces de Karlsruhe, pero una mayoría de analistas coincide en que llevará al menos varios meses despejar el camino. La Comisión Europea todavía confía en que la decena de países que quedan por ratificar el fondo lo hagan antes de finales de junio, aunque tampoco se sabe cuándo lo harán al menos la mitad de ellos, incluidos los problemáticos Hungría y Polonia.

Este aaño los Estados solo recibirán un 13% de la parte que les corresponde

Hasta ahora, tampoco ningún socio ha enviado a la Comisión sus planes nacionales de inversiones y reformas para acceder a su parte de los fondos. El Gobierno español ha incumplido su compromiso de enviar a Bruselas en marzo su borrador con el que desbloquear los 140.000 millones de euros, repartidos a partes iguales entre ayudas a fondo perdido y préstamos. Desde la Comisión presionan sobre todo para que los países sean más ambiciosos con las reformas, más precisos con las metas e hitos con los que recibirán gradualmente los fondos, y claros con los mecanismos de control de la ayuda.

La ambición que pide Bruselas también salpica a España, en particular a las reformas de pensiones y laboral. En el primer caso para garantizar la sostenibilidad de la paga a pensionistas y, en el segundo, para abordar la enorme temporalidad y el desempleo juvenil, como han repetido los comisarios del ramo durante los últimos meses. "España está muy avanzada con su plan de reformas, pero le queda el último kilómetro", dicen fuentes comunitarias.

Los países tienen hasta finales de abril para enviar sus planes de recuperación, y llevará tres meses completar la evaluación. Si no se tuerce demasiado la ratificación del fondo en los socios que deben aún aprobarlo, el dinero podría empezar a llegar a las capitales hacia finales del verano.

Europa se ha quitado la presión de los mercados, gracias a los tipos en negativo del BCE

Pero este 2021, los Estados tan solo recibirán un primer tramo del 13% de la parte que les corresponde del maná comunitario, unos 10.000 millones en el caso español. No quedará tiempo para un segundo desembolso, como si ocurrirá los siguientes años. Bruselas quiere los pagos en trimestres alternos.

Una vez que el estímulo europeo esté funcionando a pleno rendimiento, algunas voces han expresado su preocupación sobre la absorción de esta cantidad de recursos sin precedentes, sobre todo en el caso de nuestro país, dado que ya hemos tenido más problemas que otros vecinos europeos para utilizar los fondos comunitarios.

Tanto fuentes comunitarias como diplomáticas coinciden en que será un "desafío" utilizar con celeridad y tino los 140.000 millones de euros, mientras además se emplean las partidas ordinarias comunitarias, como los fondos de Cohesión.

Modelo cuestionado

El modelo de gestión de los fondos de recuperación, centralizado en Moncloa, ha sido cuestionado desde la oposición por su centralismo y politización. Mientras, el esquema ideado para el reparto de los 7.000 millones de euros en ayudas directas aprobadas recientemente por el Gobierno, que descarga la responsabilidad en las comunidades autónomas, fue criticado esta semana por Funcas. Dijo que su puesta en marcha "más compleja", en comparación con el reparto de ayudas directas en otros países, "podría retrasar significativamente" los desembolsos.

A pesar de todo, no existe el temor como en los peores momentos de la crisis del euro en el verano de 2012. La gran diferencia no solo es la manga ancha con el gasto, que apoyan todas las capitales e instituciones. Europa sobre todo se ha quitado la presión de los mercados, gracias al apoyo decidido del BCE, con unos tipos en territorio negativo, barra libre de liquidez para la banca y, sobre todo, con su compra de deuda frente a la pandemia de 1,85 billones de euros.

Los repuntes de la inflación, que en marzo llegó hasta 1,3%, han sacudido los mercados de deuda

Los repuntes de la inflación, que en marzo llegó hasta 1,3%, han sacudido los mercados de deuda, aumentando los costes de financiación de los países, reflejando las expectativas de inversores de que los bancos centrales terminarán por reaccionar al aumento de la inflación cerrando gradualmente el grifo. Sin embargo, desde el BCE explican que esta inflación se debe a factores temporales, y mantienen la mano firme en el timón de su política monetaria expansiva a pesar de la presión. Más aún, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, lanzó en tono desafiante este miércoles que los inversores "pueden ponernos a prueba tanto como quieran", y aseguró que continuarán utilizando su arsenal contra la pandemia "tanto como sea necesario".

Está por ver si los problemas con el fondo, la estrategia de vacunación, el uso de los recursos europeos y las turbulencias terminan agrandándose y apelotonándose en una Europa demasiado acostumbrada a palos y reveses tras una década larga de crisis, y si estos cuatro jinetes terminan por ser augures de mayores calamidades.

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