Respiro para el sector del aceite de oliva. El semáforo nutricional que el Ministerio de Consumo ultima para implementar este año en España excluirá este producto para evitar que el algoritmo no castigue a la comercialización de un básico de la dieta mediterránea tanto en el mercado nacional como en el internacional.
La propuesta se ha planteado ante la preocupación del sector y del propio Gobierno, que entiende que el nuevo etiquetado por colores no posiciona bien a uno de los productos estrella de la industria nacional. Y es que, siguiendo el sistema de clasificación, el aceite de oliva obtendría la posición C (amarillo) del ranking, enviando un mensaje de alerta a los consumidores y podría repercutir de manera negativa en su comercialización.
El algoritmo de este sistema de clasificación funciona por comparación de alimentos procesados y ultra procesados de la misma categoría de uso y los cataloga de la A a la E (de verde a rojo) en función de su valor nutricional. En el caso del DE oliva, la categoría es C, pero peor valoración obtiene el de girasol, con una D o la mantequilla, en la E, el nivel más bajo.
Sin embargo, desde Consumo reconocen que el ranking no refleja los beneficios nutricionales del 'oro líquido'. Para evitar el castigo, al menos hasta poder contar con una nota mejor, el Ministerio ya ha planteado formalmente su propuesta a los comités de gobierno y científico de Nutriscore, aunque no se podrá hacer efectiva hasta que España pase a formar parte de los mismos. Aún así, desde el el gabinete que dirige Alberto Garzón confirman que el planteamiento ha sido recibido "positivamente" por el resto de países.
El aceite cargará con la etiqueta en varios países hasta que España implemente el sistema
El Ministerio prevé aprobar el etiquetado frontal en el primer cuatrimestre de este año aunque será de carácter voluntario para las marcas al menos de momento, ya que Consumo no descarta hacerlo obligatorio más adelante. De ahí la premura por sacar el aceite de oliva del sistema, para "evitar generar un impacto negativo" su mercado nacional en un futuro.
Pero no solo conviene a nivel país sino que industria del aceite de oliva también requiere de protección en el plano internacional, que ya ha empezado a utilizar este sistema. En el caso de las exportaciones a países como Francia, Holanda o Alemania que ya están implementando el semáforo nutricional, el aceite de oliva cargará con la etiqueta C hasta que España implante el sistema en la legislación nacional, momento en que, ya como parte de los comités de Nutriscore, se materialice la salida del catálogo del producto.
Según el Boletín de Comercio Exterior de Aceite de Oliva, en la campaña 19/20 se exportaron 1.116.139 toneladas de aceite de oliva por valor de 2.792 millones de euros. En concreto, la Francia, las exportaciones suponen el 9% del total y el 13% de las exportaciones intra UE y en el caso de Alemania se incrementaron un 24% las exportaciones en el último año.
Declaraciones del presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva, Pedro Barato.
El anuncio responde al reclamo del sector, que ha solicitado a Garzón con carácter urgente una reunión para abordar la calificación que da a los aceites de oliva. En concreto, fue la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español quien dirigido la petición al ministro ante la preocupación por la repercusión negativa que prevén que tendrá el nuevo sistema al "enmascarar" los beneficios del bien. Tras conocerse el plan de Consumo, la organización ha mostrado su satisfacción doble "ya que apunta a la intención del Gobierno de España de trabajar en la modificación del algoritmo para que el sistema de etiquetado frontal, Nutriscore y aquel que finalmente se adopte a nivel europeo, refleje correctamente los beneficios saludables de los aceites de oliva".
Menos entusiasmo ha mostrado la sectorial nacional (DO) del aceite de oliva virgen al considerar que sacar el producto del sistema supone de facto no reconocer el valor beneficioso de dicho alimento, puesto que se excluiría de una herramienta que permite acreditar el valor saludable de los alimentos, y han exigido al Gobierno trabajar cuanto antes por una calificación A en toda Europa para los tipos virgen y virgen extra.