Según fuentes populares consultadas por elEconomista, Pablo Casado estaría dispuesto a apoyar un confinamiento domiciliario en el conjunto de España si la situación empeora, y si la letra pequeña, es decir, si las condiciones de la proposición del Gobierno de Pedro Sánchez -que es el que tiene las competencias al respecto- convencen a Génova.
En este sentido, el PP resalta que el Ejecutivo no ha hecho ninguna oferta, y por tanto es imposible apoyar "algo que no existe", porque en el fondo -añaden-, "es como si te dan a firmar una hipoteca de una casa que ni conoces".
Varias comunidades han pedido al Gobierno que considere un posible confinamiento domiciliario, pero Illa se niega
En clave política, la postura contenida de la dirección del PP responde en cierta modo a las presiones de algunas comunidades gobernadas por estas siglas, como Andalucía, Murcia y Castilla y León que, junto a Asturias -gobernada por el PSOE- han pedido al Gobierno central que considere un posible confinamiento domiciliario a pesar de la negativa "por el momento" del Ministerio de Sanidad de aumentar medidas adicionales.
La dirección del Partido Popular siempre ha criticado la "dejación" de responsabilidades que entienden ha hecho el Gobierno delegando la pandemia a las CCAA. Este viernes, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, dijo desconocer si Pablo Casado se replantearía el estado de alarma para confinar, pero sí exigió al Pedro Sánchez que "asuma su responsabilidad" ante la pandemia, ya que, tras la aprobación del estado de alarma, se ha desentendido de la situación que viven las autonomías, señaló.
De otro lado y contrario, se mostró José Luis Ábalos, quien mantiene que "no se puede pretender todo. Un mes abrirlo todo, salvar campaña de verano, salvar la navidad y luego pedir confinamiento", dijo.
Sube la presión territorial
Mientras que Sánchez decide si modificar el actual marco de restricciones, las comunidades autónomas están exprimiendo casi al máximo las posibilidades que hoy da el Estado de Alarma. Pero no es suficiente. Son varias las comunidades que, para evitar el confinamiento domiciliario han pedido a Moncloa que permita ampliar el toque de queda desde las ocho de la tarde. Las peticiones más claras han llegado desde Castilla y León y País Vasco. La primera ha decidido aplicar desde las ocho de la tarde el toque de queda, una medida que entra en vigor este sábado y que la Delegación del Gobierno no ve posible ya que excede los límites establecidos en el Estado de Alarma (desde las 23 horas con posibilidad de adelantarlo una hora), y que Illa ha rechazado por escrito. También se ha sumado País Vasco, quien apremia a Sánchez a mover ficha. Mientras tanto, Madrid decidió también alargar el toque de queda desde las once de la noche hasta las seis de la mañana, al tiempo que ampliaba las restricciones de movilidad en nuevas zonas básicas de salud. Además, la hostelería no podrá servir nada más allá de las diez de la noche.
En Cataluña, las restricciones afectan gravemente a la actividad económica. En esta comunidad ya existe un confinamiento tanto perimetral como a nivel de municipio pero además, solo se permite la apertura de comercios mayores a 400 metros cuadrados y con un aforo máximo del 30%. Además, los fines de semana solo pueden abrir establecimientos esenciales.