Hungría y Polonia están terminando con la paciencia del resto de sus 25 socios de la UE. Su veto al fondo de recuperación y al presupuesto plurianual comunitario para 2021-2027, en total más de 1,8 billones de euros, escuece mucho, justo cuando Europa más necesita el estímulo frente a la pandemia, y además intenta zanjar otros complicados dosieres, como acordar la futura relación comercial con el Reino Unido.
Por eso, la UE pidió a Budapest y Varsovia que levanten su bloqueo este martes, como tarde, al gran paquete presupuestario, por rechazar la condicionalidad del Estado de Derecho. Si no lo hacen, se quedarán fuera del fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, sin recibir unos fondos europeos que les benefician en gran parte a ellos.
Fuentes diplomáticas comentaron que "necesitamos tener un acuerdo de Hungría y Polonia hoy [este lunes] o mañana [este martes] a más tardar. Si no lo hacemos, tendremos que pasar al escenario B ", que implica crear una alternativa que replique los efectos del fondo de recuperación sin los dos rebeldes.
Los líderes de Hungría y Polonia, Viktor Orban y Mateusz Morawiecki, han insistido en que no darán su bendición a menos que la condicionalidad del Estado de Derecho adjunta a los fondos de la UE se diluya sustancialmente o se elimine.
El acuerdo que se baraja durante las últimas semanas, y al que pareció abrirse Polonia, al menos en un primer momento, pasa por elaborar un comunicado que limite la aplicación de esta condicionalidad solo a los supuestos incluidos en el mecanismo, como casos de corrupción o problemas con la independencia de la justicia, y no se aplique "arbitrariamente" para castigar a estos dos países por otros temas en los que discrepan, por ejemplo el rechazo a los refugiados, señalan fuentes diplomáticas.
Sin embargo, cualquier referencia al sistema judicial, tal y como quedó incluida en el acuerdo final del mecanismo, es también considerada una intrusión por ambos países, dada la erosión de la independencia de los jueces que han protagonizado en los últimos años.
El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto indicó este lunes tras reunirse con su homólogo polaco que se mantenían ambos firmes en su oposición. "Hemos dicho que nos apoyamos mutuamente y no daremos espacio a cualquier esfuerzo que intente romper esta cooperación", señaló en un video que colgó en Facebook.
Si ambos Estados miembros persisten en su veto, un alto funcionario de la UE se mostró "bastante seguro" la semana pasada de que se podría encontrar y llevar a cabo una alternativa "bastante rápido" para "replicar los efectos" del fondo de recuperación sin ellos.
La Comisión podría así empezar esta semana mismo a preparar esta solución "puente", que duraría tanto como insistieran Hungría y Polonia en su veto. Las opciones que se están considerando incluyen la "cooperación reforzada", que permite poner en marcha proyectos comunitarios respaldados al menos por 9 Estados miembros; o recurrir al artículo 122, que permite la asistencia europea en tiempo de crisis. Con este artículo se crearía un sucedáneo del fondo de recuperación con garantías nacionales, en vez del presupuesto comunitario, como respaldo para el endeudamiento de los mercados. Esta opción sería muy similar a la que se siguió para crear SURE, el instrumento
de la Comisión para apoyar a los ERTE, aunque en este caso no solo daría préstamos ventajosos sino también ayudas a fondo perdido.
Otras opciones, como un acuerdo intergubernamental, vía utilizada para crear el Mecanismo Europeo de Estabilidad, son descartadas por algunos por resultar más complejas. Porque la prioridad es que incluso si al final se tiene que avanzar sin Hungría ni Polonia, la ayuda europea frente a la pandemia puedan llegar para el próximo verano como estaba previsto inicialmente, una vez que se complete el proceso de ratificación en los Estados miembros.
Se espera que el veto de húngaros y polacos sea tratado durante la cumbre de este jueves y viernes, cuando los líderes europeos debatirán en Bruselas también la respuesta a la pandemia, las relaciones con Turquía o con EEUU, e incluso el Brexit también se podría colar en la agenda.