Las patronales CEOE y Cepyme dieron su visto bueno a un acuerdo para la prórroga de los Ertes de fuerza mayor unos minutos antes de que empezase el Consejo de Ministros que ayer aprobó el nuevo marco que regirán este tipo de expedientes del 1 de octubre al 31 de enero de 2021. Se crean tres nuevas categorías de Erte de fuerza mayor, aunque la realidad es que se cambia el nombre a los dos que ya existían y se crea uno nuevo. Sólo una modalidad, para empresas incluidas en determinados sectores y su cadena de valor, disfrutarán de una prorroga automática de sus actuales Ertes.
Los otras dos modalidades -llamadas Erte por impedimento de actividad y Erte por limitación de actividad- exigen que la empresa los tenga que solicitar, lo que supone que al ser nuevos, si la empresa quisiera despedir tendrá que esperar seis meses a contar desde el día en que sea aprobado el Erte. Y si ya tenían otro Erte, esperarán a que se acabe el plazo anterior y, a partir de ese día, contar otros seis meses.
Ninguna empresa fuera
Tanto las organizaciones empresariales como las sindicales y el Gobierno incidieron ayer en que la fórmula acordada no dejará a nadie fuera, ni empresas ni trabajadores que lo necesiten. Sin embargo, no se trata a todas las empresas por igual, y poder acceder a uno de estos Erte de fuerza mayor requiere ajustarse a una serie de requisitos muy diferenciadas. Y estar en una u otra categoría cambia las condiciones.

Para contar con el privilegio de una prórroga, la empresa debe cumplir dos requisitos: que no haya recuperado el 65% de las personas en Erte y que pertenezca a un sector que haya tenido más del 15% de las personas afiliadas cobrando del Sepe. En estos CNAE se encuentra el sector del turismo, pero también otros tan variopintos como transporte por pasajero, transporte aéreo o estirado en frío.
Además, se ha establecido que aquellas empresas que puedan demostrar que el 50% de la facturación del año pasado estuvo ligada de "forma directa" a una de las empresas prorrogadas tendrán el mismo derecho. E, igualmente, si ha sido de "forma indirecta".
Estas empresas podrán deducirse el 85% de las cuotas de sus trabajadores, estén cobrando del Sepe o ya reincorporados, si la plantilla es inferior a 50 trabajadores o del 75% para las mayores en los próximos cuatro meses.
Igualmente, estas exoneraciones se aplicarán para las empresas que aun perteneciendo a uno de estos códigos CNAE decidan acogerse a un Erte por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (Etop) al no cumplir con el requisito de trabajadores en Erte.
De los dos nuevos Ertes, los que exigen volver a ser tramitados, el que ha sido denominado Erte por impedimento es el equivalente al actual Erte de rebrote, que ha tenido escaso éxito con unos centenares desde julio. Exige que una decisión administrativa restrictiva impida cualquier actividad y, por tanto, que su facturación sea cero. En su caso, contarán con exoneraciones del 100% de la cuota en las empresas de menos de 50 empleados y 90% las de más.
Mantiene la prohibición de hacer horas extras, externalizar parte de la actividad, repartir dividendos o radicarse en paraísos fiscales.
El de nueva creación, denominado Erte por limitación de actividad, no exige que la facturación haya caído a cero, aunque debe haber también por medio una decisión administrativa que suponga restricciones. En este caso, las exoneraciones a la Seguridad Social se irán degradando cada mes desde un 100% de la cuota de octubre, a un 90% de noviembre, 85% en diciembre y 80% para enero del año próximo en el caso de las empresas de menos de 50 empleados. En el caso que se superen, la exoneración será 10 puntos menor.
El RDL mantiene, además de las exigencias anteriores de no poder despedir hasta haber transcurrido 180 días desde que se incorporó el primer empleado a su puesto, la prohibición de que los trabajadores ya incorporados hagan horas extras ni externalizar parte de la actividad. Ni repartir dividendos o radicarse en paraísos fiscales.
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, no quiso desvelar el coste que está suponiendo para sus presupuestos las exoneraciones por Ertes. Pero sí anunció que el coste de todas las medidas aprobadas -Ertes más autónomos- superaron los "1.000 millones de euros" al mes. De abril a septiembre se han gastado 22.000 millones en estas dos medidas.