
Tras una temporada de verano pésima para el sector turístico europeo, y la confusion al retornar para aquellos que se atrevieron a viajar fuera de sus fronteras, la Comisión Europea propuso este viernes una serie de criterios para armonizar la respuesta frente al repunte de casos de covid-19.
El mensaje que trasmitieron los comisarios al cargo de Justicia e Interior, Didier Reynders y Ylva Johansson, respectivamente, fue claro: hace falta más coordinación entre los Estados miembros, e información más clara y pública para los ciudadanos. "Necesitamos evitar un caleidoscopio de medidas", resaltó Johansson.
Por eso, la Comisión propuso un criterio común para decidir cuándo introducir restricciones para los movimientos de las personas, un mapa de colores compartido para reflejar el riesgo epidemiológico, y un marco común sobre las medidas que se aplicarán a los viajeros que partan o procedan de las llamadas 'zonas rojas'. De esta manera, Bruselas espera dar información clara y a tiempo a los europeos sobre cualquier restricción.
Aunque, como insistieron los comisarios, el objetivo es compartir los criterios para designar una zona como roja, no tener las mismas medidas en todos los Estado miembros (ya que es competencia nacional). Eso sí, Bruselas prefiere las pruebas a los confinamientos, y sobre todo frente a las restricciones a los desplazamientos, como anunció por sorpresa Hungría esta semana al cerrar sus fronteras. El objetivo es proteger la salud, no restringir la movilidad, resaltó Johansson. Además, la sueca avisó que no puede haber discriminación: las medidas que aplique un país a una zona roja deberán ser las mismas para todas las zonas de riesgo elevado, incluidas las de su propio territorio.
El Ejecutivo comunitario admite que existe una "amplia discrepancia" entre los diferentes criterios nacionales para introducir las restricciones en la UE.
Tres indicadores
La Comisión propone tres indicadores: el número de positivos por cada 100.000 personas en un periodo de 14 días; el porcentaje de positivos respecto al total en un período de siete días; y el número de pruebas realizadas por cada 100.000 personas durante un período de siete días.
Los socios deberán proporcionar estos datos semanalmente, desglosados por regiones, al Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades. El centro publicará semanalmente un mapa actualizado con las regiones por colores con la situación epidemiológica. Además, los gobiernos deberán notificar a sus socios y a Bruselas una semana antes de entrar en vigor cualquier cambio y nueva restricción.
Si un ciudadano parte de un Estado miembros que hayan realizado más de 250 pruebas semanales por cada 100.000 personas, la Comisión propone que no restrinjan la libre circulación desde otro Estado miembro cuando los positivos sean inferiores a 50 por 100.000 personas durante un período de 14 días, o el porcentaje de positivos sea inferior al 3% en la zona en cuestión.
Este número de casos por cada 100.000 habitantes y este porcentaje de positivos marca la frontera entre las franjas 'verde' y 'naranja', en las que no habría obligación de introducir medidas, y la 'roja'. Además, Bruselas introduce otro indicador para colocar un territorio con riesgo elevado: si el número de positivos supera los 150 por cada 100.000 habitantes durante un periodo de 14 días. En el caso de España, el virus registra una incidencia acumulada que supera los 200 casos por cada 100.000 habitantes.
La recomendación de la Comisión será ahora discutida por los Estados miembros, quienes deberán ser quienes adopten la propuesta en las próximas semanas.