Economía

El BCE desempolva su manual de retórica para contener al euro

  • Los 1,2 dólares se convierten en una línea roja para el banco central
  • Suponen un gran obstáculo para las medidas desplegadas contra el coronavirus
  • Es posible que la próxima semana tenga que rebajar su previsión de inflación
La presidenta del BCE, Christine Lagarde.

Los 1,2 dólares del euro, de principio de semana, hizo saltar las alarmas del BCE a una semana de su reunión mensual, lo que prácticamente le obliga a revisar todavía más a la baja sus previsiones de inflación. El siguiente paso supondría que el BCE debería anunciar la ampliación de su programa de compra de deuda.

La fortaleza del euro está poniendo contra las cuerdas al BCE. Llega en un momento, especialmente, delicado, justo cuando la recuperación económica está desvaneciéndose y la sombra de la deflación se agranda. Los banqueros del Consejo han sacado el manual de retórica para lanzar mensajes al mercado con objetivo de contener la divisa, que lleva una revalorización del 12% frente al dólar desde sus mínimos de marzo. Varios miembros han mostrado su preocupación sobre el repunte del euro y el riesgo para la recuperación económica al diario financiero más influyente de Europa, el Financial Times.

Y lo hacen a una semana de la próxima reunión mensual, en la que hay muchas posibilidades de que se vean obligados a revisar sus expectativas de inflación a la baja. Actualmente, prevé que este año se sitúe el 0,3%, repunte al 0,8% en 2021 y se estabilice al 1,3% en 2022, todavía lejos del objetivo del 2%. La inflación en la zona euro entró en terreno negativo por primera vez desde 2016.

"El mensaje que viene del BCE es notable, ya que rara vez escuchamos mensajes sobre la moneda"

Un euro fuerte ejerce todavía más presión a la baja para los precios al abaratarse las importaciones. Y no menos importante, deja sin competitividad los bienes europeos en el extranjero. La apreciación de la divisa deja a la intemperie a la economía europea por su dependencia de las exportaciones. "En las últimas semanas ha habido una apreciación del euro, lo que siempre es preocupante cuando hay una demanda débil, especialmente porque la zona del euro es la economía más abierta del mundo y es inusualmente dependiente de la demanda global", dijo un miembro del Consejo de Gobierno al diario británico bajo el anonimato.

"Es una preocupación creciente, aunque todavía no es enorme, y si la tendencia continúa será una preocupación y tendremos que vigilarla", indicó un segundo miembro del consejo, y advirtió de que probablemente requiera que el BCE para recorte aún más su pronóstico de inflación.

Por tercera jornada consecutiva, el euro registra descensos y se aleja de los temidos 1,2 dólares. En la noche del pasado martes, el economista jefe, Philip Lane, tuvo que salir al paso cuando el euro rozaba estaba barrera. "El tipo de cambio nos importa, si hay fuerzas que mueven el euro y el dólar, influyen en nuestras previsiones y a su vez influye en nuestro marco de política monetaria", declaró abriendo la puerta a una ampliación de los 1,35 billones de euros del programa de compra de deuda. 

"El mensaje que viene del BCE es notable, ya que rara vez escuchamos mensajes sobre la moneda, justo cuando el espectro de la deflación está aumentando en todo el mundo", subraya a Patrick Bennett, estratega del Canadian Imperial Bank of Commerce a Bloomberg. 

Una de la fuentes del FT reconoció que la flexibilización sobre el objetivo de inflación adoptada por la Reserva Federal ha añadido más presión a la situación. "El problema es que la Fed ya lo ha decidido y, por lo tanto, el mercado puede interpretar que las tasas de interés son estructuralmente más altas en la zona del euro, lo que podría conducir a una mayor apreciación del euro"", remarcó. El BCE todavía está pendiente de revisar su propia estrategia de política monetaria, prevista para final de año. Aunque el antecesor de Christine Lagarde, Mario Draghi, ya estableció las bases para una vigilancia de la inflación más laxa, que permita retrasar las futuras subidas de tipos de interés. La gran diferencia es que la Reserva Federal ya lo ha introducido en sus objetivos.

"Cuando se tiene un euro más fuerte, las expectativas del mercado es que siga subiendo, con lo que es probable que las previsiones de inflación se revisen a la baja", comenta Carsten Brzeski, economista de ING, para explicar como se puede agravar la situación para el BCE. No es la primera vez que el protector del euro se enfrenta a este reto. El experto recuerda que en su momento cuando la divisa europea se desmadró en la anterior crisis, el BCE tomó las medidas más drásticas.

Todo un aviso a navegantes, justo cuando el debate interno en el Consejo de Gobierno gira sobre si se debe agotar los 1,350 billones de euros del programa de compra de deuda, mientras algunos expertos ven al banco ampliando su capacidad de compra de aquí al final de año.

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