Economía

Casado anuncia futuras rebajas fiscales y augura una pronta vuelta al Gobierno

  • Tras quemar la 'etapa Cayetana' dice que su partido está fuerte, unido y preparado
Pablo Casado, líder del Partido Popular. Foto: Efe

Después de un arranque de semana tenso, Pablo Casado cerraba este jueves una etapa del Partido Popular con el cese de Cayetana Álvarez de Toledo y la incorporación, entre los primeros escalones del staff organizativo, de José Luis Martínez Almeida, portavoz nacional del PP, status que queda por debajo de Teodoro García Egea, pero por encima de las seis secretarías sectoriales.

Pero esta no es la única novedad que trajo el líder de la oposición a la reunión de la Junta Directiva Nacional. Con el cierre de la etapa Cayetana y el inicio del nuevo curso político, Casado anticipó que a lo largo de este próximo trimestre irá desgranando el programa económico que fue esbozado este verano en los Cursos de El Escorial, con una iniciativa muy concreta: un paquete de rebajas fiscales y mejora de la competitividad y garantía. Son medidas que van en la línea de las políticas aprobadas en Alemania, Francia e Italia -dijo Casado-, tales como la devolución de pagos fraccionados del impuesto de Sociedades, reducción de las cotizaciones sociales, aplazamiento del pago de impuestos o, aceleración de la devolución del IVA, entre otras.

Casado apuesta por dirigentes "humildes, cercanos, eficaces, cercanos, creíbles y coherentes"

Resuelto a enfrentarse al otoño con un partido "fuerte, unido", con el protagonismo de dirigentes "humildes, cercanos, eficaces, cercanos, creíbles y coherentes"  -añadió estos adjetivos para todos los oídos-, Casado insiste en que el PP tiene que estar "preparado" y adelantarse a la situación de crisis sanitaria, económica e institucional que viven los españoles. Busca Casado dar esperanza y convencer de que "hay salida a la crisis" -y por tanto, de que los Ertes no se pueden convertir en Eres-. Además reclama seguir siendo propositivo, "aunque el Gobierno no nos escuche".

Sobre todo, pidió interiorizar a los suyos una idea: que van "a volver muy pronto a gobernar". Algo que se logra -coligió-, persuadiendo a "una minoría silenciosa".

Ni concentración ni ministros

Así se desquitaba Pablo Casado de las presiones para involucrarse en un gobierno de concentración, o ante el hipotético caso de que Pablo Iglesias se vea abocado a abandonar el Ejecutivo de coalición, tocado y hundido por la supuesta financiación ilegal y blanqueo de dinero en Podemos, o por el "turbio escándalo personal" del caso Dina.

Dijo el líder del Partido Popular a este propósito que ellos no quieren ser la muletilla de Sánchez, que no desean tener ministros en su gobierno, y que lo único que son es "la alternativa" al "peor" gabinete de la democracia.

Abierto a socialdemócratas

Se trata de una alternativa, recalcó, que dé confianza a los españoles con un proyecto político ilusionante, transversal, integral y solvente. Con políticos que sepan consensuar y transigir, sin ruidos, sin interferencias, con una agenda principal. Un partido que se parezca lo más posible a la sociedad y camine junto a ella para mejorar su vida, sin ingeniería social y como mero instrumento al servicio del bien común, con la aspiración de ser un partido grande y cobijar de nuevo a diez millones de personas, explicó.

En esa tarea, Casado afirma que está en disposición de abrir "esta casa común al centro derecha, liberales, conservadores, demócrata-cristianos". Y también -subrayó-, "a socialdemócratas decepcionados con lo que la izquierda hace con los nacionalistas y los radicales".

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