El candidato, Joe Biden, aceptó en la noche del jueves la nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos, con una ventaja media frente al actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump. en las encuestas a nivel nacional que oscila entre los 7,6 y 8,6 puntos, según la fuente. Un margen que llega aupado no solo por los potenciales votos sino por los importantes donantes dentro del sector financiero y tecnológico que consideran al tándem formado por quien fuera senador por Delaware y Kamala Harris, aspirante a la vicepresidencia del país, como un bastión lo bastante sólido como para frenar las presiones del ala más progresista del partido.
En estos momentos, el demócrata cuenta con una ventaja significativa en la recaudación de fondos en cada uno de los grandes bancos: JPMorgan Chase, Bank of America, Citigroup, Wells Fargo, Goldman Sachs y Morgan Stanley. Paralelamente, la también aspirante Kamala Harris es considerada entre Silicon Valley como una aliada ya que cuenta con fuertes vínculos entre los gigantes tecnológicos y ha guardado silencio sobre los problemas antimonopolio que actual ente acechan a muchos de ellos.
Una posible victoria el próximo 3 de noviembre abrirá la puerta a una agenda económica que aumentará los impuestos a compañías y las rentas más altas para financiar un aumento del gasto público que alcanzará los 4,5 billones de dólares durante los próximos 10 años.
Biden busca la mayor movilización de inversión pública en suministro, infraestructura, investigación y desarrollo desde la Segunda Guerra Mundial, con inversiones totales de más de 2,5 billones de dólares. El demócrata apoya una subida del impuesto de sociedades desde el 21% actual hasta el 28%. También quiere duplicar la tasa sobre los ingresos obtenidos por las filiales extranjeras de las empresas estadounidenses desde el 10,5% al 21%. Según un análisis de Goldman Sachs, esto reduciría las beneficios para 2021 del S&P 500 en 20 dólares por acción hasta los 150 dólares. Desde BCA Research estiman que una derogación completa reduciría el beneficio por acción en aproximadamente un 12% pero indican que parte de este riesgo ya se descuenta en el mercado.
"El nivel y la valoración actuales del S&P 500 sugieren que los inversores se sienten cómodos con el resultado reflejado actualmente en las encuestas", señala David Kostin, estratega jefe del banco. Desde la Tax Foundation, un think tank con sede en Washington, también recalcan cómo el demócrata promulgará una serie de políticas tributarias que subirán los impuestos sobre la renta y sobre la nómina a los individuos con ingresen más de 400.000 dólares. Este plan reducirá el tamaño de la economía en un 1,51% debido a las tasas impositivas marginales más altas sobre la actividad laboral y el capital en la próxima década, con una recaudación de cercana a 3,8 billones de dólares.
En términos regulatorios, una Administración demócrata presionará para aumentar el salario mínimo federal hasta 15 dólares a la hora y endurecer la política ambiental, lo que jugará en detrimento de sectores como petrolero y minería. Biden quiere abanderar una revolución energética basada en descarbonizar el sistema de generación eléctrica en 15 años y lograr una economía libre de emisiones en 2050. Para ello invertirá 2 billones de dólares.