Economía

El plan económico de Joe Biden: fortalecer a la clase media para blindar la recuperación en EEUU

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El ex vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, se prepara esta semana para aceptar oficialmente la nominación de su partido en la carrera por ocupar la Casa Blanca. Una posible victoria el próximo 3 de noviembre junto con la posibilidad de que los demócratas recuperen el control del Senado abrirá la puerta a una agenda económica que aumentará los impuestos a compañías y las rentas más altas para financiar un aumento del gasto público que alcanzará los 4,5 billones de dólares durante los próximos 10 años. También augura una reorganización de la política sanitaria, un aumento de la regulación y mantener ciertas restricciones desde el punto de vista comercial.

La hoja de ruta trazada por Biden aboga por un aumento de al menos el 10% desde los niveles previos a la pandemia en el gasto público. De esta forma, en la próxima década los demócratas quieren aumentar la inversión en infraestructura en al menos 1,3 billones de dólares y destinarán 750.000 millones de dólares a educación así como otros 640.000 millones de dólares a vivienda.

Biden busca la mayor movilización de inversión pública en suministro, infraestructura, investigación y desarrollo desde la Segunda Guerra Mundial. Es por ello que optará por echar mano de la política fiscal para estimular la innovación tecnológica, reducir la dependencia de otros países como China y "reconstruir la clase media" con políticas tributarias que también ayuden a pequeños y medianos negocios, no solo a los grandes.

La factura, que ascenderá hasta los 700.000 millones de dólares, combina inversiones en la industria nacional y la investigación por valor de 300.000 millones de dólares y otros 400.000 millones de dólares para que el gobierno federal use el dinero de los contribuyentes para comprar bienes y productos patrios.

Subir el impuesto de sociedades hasta el 28%

El demócrata apoya una subida del impuesto de sociedades desde el 21% actual hasta el 28%. También quiere duplicar la tasa sobre los ingresos obtenidos por las filiales extranjeras de las empresas estadounidenses desde el 10,5% al 21%. "Sus propuestas generalmente ampliarían la fiscalidad sobre la renta las empresas al eliminar numerosas deducciones", reconoce Kyle Pomerleau, analista de políticas fiscales del American Enterprise Institute.

Desde la Tax Foundation, otro think tank con sede en Washington, también recalcan cómo el demócrata promulgará una serie de políticas tributarias que subirán los impuestos sobre la renta y sobre la nómina a los individuos con ingresen más de 400.000 dólares. Este plan reducirá el tamaño de la economía en un 1,51% debido a las tasas impositivas marginales más altas sobre la actividad laboral y el capital en la próxima década, con una recaudación de aproximadamente 3,8 billones de dólares.

En materia de atención médica, la campaña de Biden se ha distanciado de la postura más progresista de su partido para garantizar una opción pública al que quiera optar a ella, lo que podría hacer que entre 5 y 10 millones de estadounidenses adicionales obtengan cobertura, una expansión más modesta que la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, más conocida como Obamacare, aprobada en 2010. A su vez, se espera que se impongan medidas para abordar la inflación sobre los precios de los medicamentos.

Una economía libre de emisiones en 2050

Precisamente, en términos regulatorios, una Administración demócrata presionará para aumentar el salario mínimo federal hasta los 15 dólares a la hora y endurecer la política ambiental, lo que jugará en detrimento de sectores como el petrolero y la minería. En este sentido, Biden busca abanderar una revolución energética basada en descarbonizar el sistema de generación eléctrica de EEUU en los próximos 15 años y lograr una economía libre de emisiones en 2050. Para ello invertirá 2 billones de dólares para sumar capacidad renovable, electrificar gran parte del sistema de transporte y desarrollar nuevas tecnologías. Estas iniciativas esperan crear millones de puestos de trabajo.

Al mismo tiempo, según reconoce Michael Pearce, de Capital Economics, es probable que una  Administración demócrata "mantenga la presión sobre China por las preocupaciones económicas y de seguridad nacional por lo que es poco probable que los aranceles se retiren inmediatamente". Pearce también recalca que lo más probable es que Biden revalide a Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal mientras que los legisladores demócratas presionarán para que el banco central ponga un mayor énfasis en los resultados socioeconómicos.

No hay que olvidar que Biden cuenta en su programa económico con una propuesta para abordar el racismo sistemático en la economía estadounidense, que ha definido como el pilar sobre el que se ha ensanchado la brecha social que afecta, entre otros, a los inmigrantes hispanos y a otros grupos étnicos minoritarios.

Entre sus múltiples medidas, el demócrata propone dedicar 30.000 millones de dólares a un nuevo fondo de oportunidades para pequeñas empresas, que es la principal fuente de ingresos para las minorías. También sopesa ampliar la oferta de vivienda asequible para estas familias así como triplicar la entrega de contratos federales a estas compañías. Además, plantea aumentar los ingresos de jubilación y elevar la oferta académica.

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