El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, han anunciado este lunes que propondrán la creación de un fondo dotado de 500.000 millones de euros para la Unión Europea (UE) con el que pretenden reactivar la economía y coordinar los esfuerzos sanitarios contra la pandemia del coronavirus. Además, este fondo contará con dos novedades importantes: por un lado se ponen sobre la mesa las transferencias directas (a fondo perdido) en favor de los países más afectados, y por otro se podría financiar una parte del mismo con la emisión de deuda conjunta por parte de la UE. El presidente español, Pedro Sánchez, ha celebrado la propuesta, que ha calificado en Twitter como "un primer paso en la buena dirección". Siga aquí en directo la última hora sobre el coronavirus.
Los líderes de ambos países han mantenido una reunión a las 15.30 hora local a través de una videoconferencia, tras la cual han ofrecido una rueda de prensa telemática en la que han presentado los principales puntos de la "iniciativa de respuesta al coronavirus a nivel europeo, en los ámbitos de la salud, la reactivación económica, la transición ecológica y digital y la soberanía industrial".
. "Vamos a crear un fondo de medio billón de euros ligado a préstamos y que se pagará con los presupuestos de la UE", ha destacado la canciller de Alemania.
Este Fondo de Recuperación debe cumplir los tratados europeos y permitirá realizar transferencias directas a países. Esta es la principal novedad respecto al fondo de reconstrucción, que inicialmente planeaba la Comisión Europea. El fondo no llega hasta los 1,5 billones de euros que propuso España. Sin embargo, Berlín respalda algo impensable entre los 'duros' del norte: deuda europea, garantizada por todos los socios, para cubrir los costes de la pandemia sobre todo en los países tan afectados, como el nuestro. Es decir, representaría una versión de los llamados coronabonos con los que mutualizar los costes del virus, por los que tanto pelearon Madrid, Roma y París, para evitar que sus deudas nacionales se dispararan. La inversión del fondo se dedicará sobre todo a las transiciones digital y verde, además de la innovación.
El estímulo fiscal se centraría en los primeros años del próximo presupuesto plurianual (2021-2027) en el que quedará encuadrado. Será una "provisión complementaria extraordinaria", dice el texto. Por lo tanto, si se sumara al billón de euros de la propuesta original del presupuesto plurianual, el total ascendería al 1,5 billones de euros que una mayoría ve como necesario para salir del agujero. Además, se trataría mayoritariamente de transferencias a fondo perdido.
El nuevo fondo se sumaría al medio billón de euros en liquidez que la UE ha ofrecido para ayudar a los países (a través del MEDE), las empresas (con el BEI) y proteger el empleo (con el nuevo instrumento SURE de la Comisión).
La iniciativa francoalemana también propuso reforzar las capacidades comunes en Sanidad, con una reserva comunitaria de máscaras, tests, producción europea de vacunas y planes comunes contra pandemias.
Además, París y Berlín quieren que la UE reduzca su dependencia del exterior en sectores estratégicos, ya sea en términos de reubicación de cadenas de valor o control de la inversión en empresas. Y vuelven a insistir en revisar las normas de competencia de la UE para así reforzar la soberanía industrial europea.
No obstante, la Comisión también presentará a finales de mes una actualización del borrador del presupuesto plurianual, dado que los socios no adoptaron la original.
Von der Leyen, desautorizada
En los últimos días, la presión se había incrementado sobre la Comisión von der Leyen para que presentara una iniciativa ambiciosa. El pasado viernes, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que pedía un estímulo de dos billones de euros, incluyendo la inversión privada. Además, la Eurocamara advirtió a von der Leyen que no recurriera a "trucos contables" y multiplicadores para reunir una cifra impactante, como hizo la pasada Comisión Juncker con su plan de inversión.
Tras un fin de semana de intensas llamadas entre Paris, Berlín, Bruselas y otras capitales para limar diferencias, la propuesta del eje franco-alemán podría servir para desbloquear la discusión entre los socios del norte y los del sur, y de estos con el Parlamento Europeo. Las divisiones eran tales que la Comisión, la encargada de elaborar la propuesta para el fondo de recuperación, se había visto obligada a retrasar su presentación en varias ocasiones. Von der Leyen anunció que será el 27 de mayo.
Aunque Merkel y Macron han sido incapaces de desbloquear grandes tareas pendientes de la UE, como el reforzamiento de la eurozona, ahora intentan tomar la iniciativa en el momento más delicado de la historia de la Unión.
Al hacerlo no obstante han desacreditado el papel de von der Leyen, y reforzado la percepción de que su Comisión es poco más que una secretaría al servicio de los Estados miembros. La alemana fue elegida por los líderes el pasado verano para dirigir el Ejecutivo comunitario, que cuenta con la exclusividad de la iniciativa legislativa comunitaria. Sin embargo, su autoridad y su peso han quedado cuestionados casi desde que asumiera las riendas el pasado diciembre. La alemana comentó que la propuesta de París y Berlín "va en la dirección de la propuesta en la que está trabajando la Comisión, que también tendrá en cuenta las opiniones de todos los Estados miembros y el Parlamento Europeo".