
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) han alcanzado este viernes un acuerdo sobre las características de los préstamos del fondo europeo de rescates (MEDE) vinculados a la pandemia de Covid-19, que los gobiernos podrán utilizar con la única condición de financiar gastos sanitarios directos o indirectos. La línea de crédito estará vigente hasta 2022 y estará disponible a partir del 1 de junio, tras pasar la aprobación por varios parlamentos europeos, como el alemán o el holandés.
El Eurogrupo, la reunión de los ministros de Finanzas de los países que componen el euro, han aprobado la propuesta de la Comisión Europea para la línea de crédito de hasta 240.000 millones del MEDE.
Los préstamos, de los que España podrá optar hasta a 25.000 millones, finalmente no estarán condicionados a ningún compromiso de ajuste presupuestario, pero sí habrá "vigilancia reforzada" para comprar que los fondos se destinarán a cubrir gastos sanitarios provocados por la pandemia.
La principal novedad del acuerdo es que los préstamos tendrá un vencimiento de 10 años y estarán a disposición de los países hasta 2022. Al nuevo esquema del MEDE, todavía le queda pasar el trámite parlamentario en algunos países, como Alemania y Holanda, para ser aprobado definitivamente. Según ha informado la ministra de Economía, Nadia Calviño, las ayudas estarán disponibles a partir del 1 de junio.
El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, y el jefe de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, señalaron en una carta al jefe del Eurogrupo, Mario Centeno, antes de la reunión, que los países que recurran al fondo no enfrentarían ningún programa de ajuste para reducir los niveles de déficit y deuda.
Una estrategia que busca que el recurso del MEDE sea aceptable para los países más perjudicados por el coronavirus, como Italia y España. Ambos países en las negociaciones de los planes de ayuda habían rechazado el esquema del MEDE utilizado en los rescates de Grecia, Irlanda, Portugal y España, durante la crisis del euro, en el que se estableció un Memorandum de Entendimiento, (MoU por sus siglas en inglés), que suponía comprometerse a duros recortes y a un control efectivo de las cuentas públicas.
Sin embargo, si se establecerá un sistema de "vigilancia mejorada" para los países que tomen las líneas de crédito del MEDE para garantizar que los fondos se usan para gastos de salud relacionados con el coronavirus.
En el paquetes de ayudas de la UE, el MEDE es uno de los pilares fundamente, al poder movilizar hasta 240.000 millones en líneas de crédito a los Estados miembros. También el Banco Europeo de Inversiones (BEI) destinar 200.000 millones en préstamos para empresas y el fondo contra el desempleo propuesto por la Comisión Europea, conocido como SURE, pondrá a disposición de los gobiernos europeos otros 100.000 millones. Para España significa que tendrá a su disposición 25.000 millones a través del MEDE e Italia 39.000 millones.
Por ahora el Gobierno de España ha descartado su uso. La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado que "hoy por hoy" hay "buena acogida" a la deuda española en los mercados y descarta un rescate a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Pero las perspectivas de un incremento de deuda y déficit considerable para responder a la pandemia hace difícil que el país no se encuentre con problemas en el mercado a medio y largo plazo. Aunque los documentos internos apuntan a que España, y el resto de países rescatados en el pasado, no tendrán problemas para financiarse en un plazo de diez años.
Más controversia hay en la coalición de Gobierno de Italia, el Partido Demócrata está a favor de aprovechar el MEDE, pero Movimiento 5 Estrellas dice que Italia necesita ayudas directas, no préstamos, y siempre ha argumentado que las condiciones normalmente vinculadas al fondo suponen una estigmatización y puesta en duda de la soberanía.