La Seguridad Social afronta un reto sin precedentes en la actual crisis sanitaria, como principal organismo encargado de financiar la mayoría de las ayudas que el Gobierno lleva aprobando durante las últimas semanas con objeto de proteger a empresarios y trabajadores que se han visto obligados a frenar su actividad, y no lo hará en las mejores condiciones presupuestarias. Concretamente, tras el préstamo aprobado por el Consejo de Ministros de 13.830 millones de euros a la Seguridad Social la deuda del organismo roza ya los 70.000 millones de euros, es decir, casi un 6% del PIB de nuestro país.
Cabe recrodar, eso sí, que en términos brutos de contabilidad nacional esta deuda computa como parte del conjunto de las administraciones públicas al tratarse de una cesión de dinero por parte del Estado para el organismo encargado de pagar las pensiones en nuestro país y, ante la coyuntura, de soportar la cobertura a trabajadores, tanto por cuenta propia como por cuenta ajena -que prevé una merma de ingresos por la vía de la pérdida de afiliaciones al Sistema y la bonificación de las cotizaciones a los empleados afectados por un ERTE y un alza del gasto por la vía de la nueva ayuda para trabajadores autónomos de carácter extraordinario extendida a causa del cese de actividad-.

Así, el volumen de la deuda que se ha advertido corresponde a extensiones de crédito del Presupuesto General del Estado que tienen su origen por vez primera en el año 1997 y que se ha intensificado en los últimos años como objeto de un enquistamiento del déficit anual de la Seguridad Social, que a cierre del pasado ejercicio 2019 rondaba el 1,4% del PIB, unos 17.000 millones de euros.
Adelanto del préstamo
Un factor a tener en cuenta acerca de este último préstamo concedido por el Estado a la Seguridad Social, es el periodo en el que se toma la decisión. Cabe recordar que este dinero está recogido en los Presupuestos Generales del Estado -aún vigente el elaborado por Cristóbal Montoro en 2018- pero que de tratarse de una coyuntura normal a estas alturas del año aún no se habría concedido. De hecho, en los últimos años, esta partida presupuestaria se ha liberado en las dos fechas clave para los pensionistas que es cuando se abona la paga extra en los meses de junio y diciembre, cuando el coste de las pagas se duplica por dos. Pero ante la falta de liquidez que ya está experimentando la Seguridad Social, el Gobierno ha decidido adelantar este préstamo. Por lo que parece evidente que los nuevos esfuerzos del Gobierno para garantizar la cobertura social de los ciudadanos afectados por la crisis sanitaria ya está tensionando sobre manera la capacidad de la Tesorería del Sistema.
Sin embargo, sobre este aspecto también cabe apunta que, tal y como se ha mencionado, estos casi 14.000 millones de euros de préstamo no incrementarán el déficit público español por el preciso motivo de que esta partida ya está recogida en las Cuentas actualmente vigentes. "El Gobierno ha aprobado hoy en la reunión del Consejo de Ministros la concesión de un préstamo del Estado a la Tesorería General de la Seguridad Social por importe de 13.830 millones de euros, con el objetivo de proporcionar cobertura adecuada a las obligaciones de la Seguridad Social", confirmaba el comunicado remitido por el Ministerio del ramo tras la aprobación de la medida.
Desde el Ejecutivo recuerdan al respecto que en los meses de junio y noviembre, la Seguridad Social abona conjuntamente la nómina ordinaria y extraordinaria de las pensiones, un desembolso de en torno a 20.000 millones de euros y que puede generar tensiones de liquidez al Sistema", más aún tras las medidas excepcionales tomadas por la pandemia de COVID-19. Y asegura que el préstamo asegura el pago puntual de las pensiones y "permite a la Seguridad Social planificar con suficiente antelación la disposición de recursos".