Los analistas de Freemarket han revisado a la baja las previsiones realizadas al inicio de la crisis del coronavirus por las decisiones económicas del Gobierno de Pedro Sánchez. Los expertos abandonan así el escenario más amable, que proyectaba una caída del PIB para 2020 del 5,6%. Ahora, los analistas sitúan el desplome en el 10,5% como hipótesis central para finales de este ejercicio. Sin embargo, prevén otro escenario peor en el que, de mantenerse esta situación, se produciría una caída del PIB del 15,16%.
Su último informe critica las medidas económicas del Gobierno. A su juicio, "no minimizan de manera efectiva el impacto depresor del Covid-19 sobre la actividad económica, no permiten una recuperación del empleo que se destruirá de manera intensa a lo largo de este año y del siguiente y no sientan las bases para una reactivación rápida".
El informe subraya que el Gobierno no tiene en cuenta o minimiza los efectos del Covid-19 sobre la oferta productiva, es decir, sobre las empresas. Además, añade que el Ejecutivo adopta medidas de gasto público, fiscales y regulatorias orientadas exclusivamente a sostener e incentivar la capacidad de gasto de los hogares y a evitar una masiva destrucción de puestos de trabajo. "Esto se traducirá en una intensificación de la caída del PIB y del empleo mientras persista la pandemia y en un escenario de recesión-estancamiento cuando finalice", destaca. "Por añadidura, el Covid-19 está siendo utilizado para introducir iniciativas que tienen una significación política e ideológica y carecen de sentido en las actuales circunstancias", apostilla el documento.
No habrá salida en 'V'
Los analistas de Freemarket constantan ya una recesión global causada por la crisis del coronavirus Covid-19 y descartan una salida rápida, en forma de V, de la caída económica. "En el mejor de los supuestos cabe visualizar un perfil cíclico en U y en, el peor, nada descartable para algunos países, como España e Italia, una L con la base inferior de una longitud imprevisible", señala en el último informe emitido por la consultora especializada en análisis económico, político y regulatorio.
Según los especialistas, en contraste con el crash financiero de 2008, que se extendió con posterioridad a la economía real, el sector empresarial ha sido afectado de manera directa y desde el primer momento por el Covid-19. Por ello, los analistas estiman que el shock de oferta y demanda que ha sufrido España en las últimas semanas puede causar serios problemas a las compañías y a los bancos. A su juicio, la íntima relación entre ambos, sobre todo en Europa, puede desembocar en uno de solvencia para las empresas y, por extensión, para las entidades crediticias.
Desplome del tejido empresarial
La consultora cree que la economía española se dirige hacia una crisis con grandes opciones de superar en profundidad a la Gran Recesión y con escasas de recuperarse con rapidez. Lo más preocupante para los analistas no es ni la dramática y excesiva destrucción de empleo que se va a producir, sino el eventual desmoronamiento de buena parte del tejido empresarial, en concreto de las pymes y de los autónomos. Esto retrasará la reactivación y, por tanto, la absorción del desempleo generado durante la fase recesiva, prolongándola más de lo que hubiese sucedido con una política económica distinta. "En este momento, lo urgente no es sostener la demanda, paralizada por las medidas de confinamiento y de interrupción de la producción en los sectores no esenciales, sino evitar un desplome irreversible a corto o medio plazo de la oferta", apunta el informe.
La crisis del coronavirus conduce a un drástico incremento del endeudamiento que se suma al voluminoso nivel que ese desequilibrio tenía al inicio de la crisis. "Esta situación no sólo lastra la posibilidad de crecer de nuevo con prontitud, sino que puede poner en cuestión la solvencia del Estado", destaca el informe.
A pesar de las ayudas que España reciba de la UE y del soporte prestado por el BCE, la secuencia recesión-estancamiento está unida a una previsible continuidad de la indisciplina presupuestaria y a la ausencia de reformas estructurales. "Tiene serias probabilidades de generar un sentimiento adverso en los mercados y una reacción muy negativa de los inversores internacionales que poseen aproximadamente la mitad de la deuda pública nacional", apuntan los analistas.
¿Qué sucederá en Europa?
Freemarket prevé que la Zona Euro va a experimentar una profunda recesión, pero con rasgos diferenciales. Los expertos destacan que las políticas fiscales para combatir los efectos económicos del Covid-19 en Europa difieren entre los países. Algunos, como Alemania y Holanda, tienen un amplio margen de maniobra para ofrecer asistencia financiera a los trabajadores y a las empresas, en tanto otros, léase España e Italia, ven restringida su capacidad de actuación ante la debilidad de sus finanzas públicas.
La respuesta europea a esta situación, descartada la mutualización de la deuda y la creación de un eurobono, se articulará a través del MEDE, al que se le va a otorgar una mayor flexibilidad, eliminando de facto la condicionalidad de las líneas de asistencia financiera tradicionalmente ligadas a ese instrumento.
Además, el informe destaca que se han suspendido las reglas fiscales de la zona euro ante el shock desencadenado por el coronavirus y se ha ampliado la estrategia no convencional adoptada por el BCE. Según Freemarket, la combinación de esas dos variables supone la desaparición de facto de la arquitectura institucional que soportaba la UEM. De este modo, prevén que esta situación de excepcionalidad, de cuarentena a la disciplina presupuestaria y monetaria se prolongará sin que sea posible establecer para ella un final. Los estados de la zona euro saldrán de la crisis con un endeudamiento elevado, pero el de los periféricos se disparará. En consecuencia, las condiciones económicas y sociales resultantes harán muy complicado instrumentar programas de consolidación fiscal y presupuestaria en un horizonte temporal cercano.