
El coronavirus está rompiendo con las previsiones que habían realizado las instituciones económicas para la economía y los mercados. Los primeros compases de la enfermedad contagiaron al euro y al petróleo (por supuesto a la economía China), ahora empiezan las cascadas de rebajas para el crecimiento del PIB en la zona euro y, por ende, para España. La alarma que está despertando la expansión del coronavirus ha llevado a Bank of America Merryll Lynch (BofAML) a recortar la friolera de 40 puntos básicos el crecimiento de la zona euro para 2020. Para el banco estadounidense, la Eurozona crecerá un 0,6% en 2020 en lugar de un 1% como se preveía en la anterior ronda de paneles.
Un nuevo problema para una región que rara vez tiene un año tranquilo. Los analistas de BofAML creen que el coronavirus inclina todavía más la balanza de los riesgos (bajistas) que ya venía cargada: la incertidumbre del Brexit, la guerra arancelaria entre China y EEUU, las tensiones comerciales entre EEUU y la propia zona euro y la fragilidad de la demanda doméstica.
"El coronavirus es un nuevo shock. Hemos decidido rebajar el crecimiento de la zona euro hasta el 0,6% para 2020 ante la menor demanda externa (rebaja también el crecimiento global desde el 3,1% hasta el 2,8%), las disrupciones en las cadenas globales y, al menos, la demanda doméstica caerá en las zonas calientes del coronavirus".
España y el turismo
Para España, los economistas de BofaML han reducido su previsión de crecimiento de PIB para 2020 en 20 puntos básicos, desde el 1,6% al 1,4%. Es probable que la menor demanda externa y las interrupciones de la cadena de suministros pesen sobre la actividad, junto con un sentimiento deteriorado que afecta temporalmente al consumo, la inversión y los flujos turísticos.
Los riesgos se mantienen claramente a la baja, argumentaríamos, y la suposición de que los flujos de turistas no se verán gravemente afectados durante el verano es clave en España y el resto de la periferia. El turismo es importante para la periferia y Francia. El crecimiento más lento de la actividad se dejará ver en las finanzas públicas del país.
"Todavía necesitamos los detalles del Presupuesto 2020 pero, dada la información disponible y nuestras nuevas previsiones de crecimiento, esperaríamos una mejora muy limitada en los déficits presupuestarios. Volvemos a un punto que mencionamos anteriormente: la ausencia de ajustes estructurales fue fácil de ocultar mientras el crecimiento fue boyante, pero ahora será más evidente. Y eso sigue siendo un riesgo clave".
Italia y los problemas de siempre
Desde el banco estadounidense han reducido el avance del PIB para 2020 a -0,2% interanual desde el 0,3%, debido al deterioro en la demanda interna y, lo que es más importante, la propagación del coronavirus en las regiones del norte. De hecho, en los últimos días Italia se ha convertido en el país más afectado de Europa: se encontraron casos de virus en ocho regiones, y los más afectados (Lombardía y Véneto) representan un tercio de la economía italiana. En respuesta, una docena de pequeñas ciudades (zonas rojas) han sido puestas en cuarentena, mientras que las actividades educativas y culturales se suspendieron durante una semana en las regiones del norte.
"Finalmente, como siempre en Italia, todo se vuelve un problema político muy rápido. El gobierno sigue siendo frágil. El juego de ver quién tiene la culpa entre el gobierno central y algunos de los regionales (los liderados por la Liga en algunas regiones afectadas por el coronavirus) ha comenzado", señalan los analistas del banco.
Unas perspectivas económica más débiles y el número cada vez mayor de casos podrían intensificar la fragilidad del gobierno actual. "En otras palabras, el brote podría sentar las bases para nuevas tensiones políticas, manteniendo vivo el riesgo de elecciones anticipadas. En ese caso, los mercados podrían necesitar revisar la probabilidad (actualmente baja) asignada a las renovadas tensiones Bruselas-Roma", sentencian los economistas de BofAML.
La ya maltrecha economía de la zona euro se encuentra con otro bache en el camino. De confirmarse este crecimiento del 0,6% que vaticina el banco americano, el PIB avanzaría mucho más despacio de lo que pronosticó la Comisión Europea en las previsiones de invierno, donde se avanzaba un crecimiento del 1,2% para 2020.