Economía

Alemania se abre paso hacia la recuperación: la industria para la caída y servicios sigue tirando de la demanda

  • Los pedidos a fábrica crecen por primera vez en siete meses
  • La actividad de la zona euro sigue débil y no registra cambios
  • La buena noticia es que ha vuelto la confianza empresarial a las empresas

La tregua comercial y la desaparición de los temores del Brexit inyectan confianza a la economía alemana, que intenta olvidar un 2019 de pesadilla rozando la recesión. Los primeros indicadores adelantados apuntan a una recuperación. El PMI compuesto, que mide la actividad del sector privado, en enero sube con fuerza respecto al mes anterior y se sitúa en máximos de cinco meses. El repunte se produce gracias a que la industria recupera pedidos exteriores y a que la confianza vuelve a las empresas.

La actividad del sector privado se ha apoyado en el impulso del sector servicios. El índice PMI del comercio registró su mayor subida en once meses al pasar de 52,9 registrado en diciembre a 54,2 puntos, su nivel más alto en cinco meses. Gracias a este repunte y a la estabilización del PMI industrial, el índice compuesto, elaborado por IHS Markit, avanzó a 51,1 desde 50,2 el mes anterior, alejando los temores de que el PIB alemán vuelva a pasar un bache como ocurrió el año pasado, cuando el contexto internacional impactó en las exportaciones del país.

Las cifras sugieren que "las nubes de tormenta sobre la economía alemana pueden estar empezando a despejarse", indica el economista de IHS Markit Phil Smith. 

Los pedidos al sector industrial crecen por primera vez en siete meses

"La demanda ha comenzado a reafirmarse un poco tanto en el país como en el extranjero, lo que se refleja en un primer aumento de nuevos pedidos en siete meses", afirma el experto.

Los informes de actividad, que se basan en encuestas a 800 empresas alemanas, apuntan a que se está produciendo un retorno al crecimiento de nuevos pedidos, creación de empleo a ritmos más altos y una mejora en confianza empresarial para este ejercicio. La referencia está en línea con el dato de esta semana de confianza inversora, que se disparó a máximos de 2015.

Los datos a nivel sectorial mostraron un crecimiento fuerte en el comercio al mayor ritmo en cinco meses. Los expertos temían de que las empresas alemanas expuestas a la demanda interna terminaran contagiadas de la crisis industrial que atraviesa las fábricas alemanas. El sector industrial sigue en declive, aunque parece que se aleja de las condiciones vividas el pasado verano, cuando la producción, el empleo y los pedidos tocaron fondo con la incertidumbre que estaba generando el Brexit. Especialmente, sufrieron las exportaciones de bienes equipo, maquinaria pesada y la joya de la corona alemana, los automóviles. En enero, el índice PMI manufacturero repuntó 1,5 puntos hasta los 45,2 puntos, pero se sigue manteniendo por debajo del nivel de 50, que indica que el sector registra una contracción de la actividad. La industria germana lleva ya doce meses en esta situación.

La confianza de las empresas europeas repunta a máximos de 16 meses

Sin embargo, hay notas positivas para el sector fabril. El ritmo de caída es el menos intenso en cinco meses gracias a que los nuevos pedidos han roto siete meses consecutivos de descensos. Además, las fábricas alemanas han elevado su confianza al nivel más alto en 16 meses, justo antes de que comenzara a notarse la crisis industrial.

El hundimiento de las fábricas alemanas ha terminado por arrastrar a todo el sector europeo. Ayer la presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió de que el sector manufacturero sigue lastrando la expansión de la economía de la zona euro. Las previsiones de crecimiento para la región son de un crecimiento raquítico en torno al 0,2% para arrancar 2020. El PMI compuesto se situó en enero en 50,9 puntos, sin cambios frente al mes anterior. Los datos por sectores indicaron que el crecimiento de la actividad de servicios se ha atenuado ligeramente, cae seis décimas a 52,2 puntos, mientras el manufacturero remonta 1,5 puntos, en parte gracias a la mejora teutona. La mejor noticia, como en Alemania, viene por las perspectivas de las propias empresas. La confianza empresarial se situó en máxima en dieciséis meses. El sector privado confía en que lo peor del frenazo económico de 2019 ha quedado atrás.

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