Economía

La despoblación se ceba con Asturias: se queda sin 22 habitantes al día

  • Zamora, Ourense y Cuenca perdieron más del 0,5% de su población en 6 meses
  • El número de nacimientos marca un nuevo mínimo histórico desde 1941

El crecimiento natural de la población española (la diferencia entre nacimientos y defunciones) fue negativo en el primer semestre del año, con un saldo de 45.404 personas menos. Esto supone que, descontando los movimientos migratorios, España perdió algo menos del 0,1% de su población en seis meses, aunque en muchas provincias el descenso en el número de habitantes es mucho más intenso.

Asturias es la comunidad en la que el crecimiento vegetativo arrojó un saldo más negativo de España, con 4.126 defunciones más que nacimientos. Esto supone que cada día de la primera mitad del año, el principado vio cómo su población se reducía en más de 22 habitantes. Esta caída se suma a la continua crisis demográfica que vive esta comunidad, que ha perdido más del 5% de su población en la última década.

Aunque Asturias es la provincia más afectada, en general toda la zona noroeste continúa sufriendo un importante descenso de habitantes. Por ejemplo, en términos relativos, el peor saldo del primer semestre del año lo registran Zamora y Ourense, que, descontando el efecto migratorio, perdieron más de un 0,5% de sus habitantes en solo seis meses. Ambas provincias, junto con Asturias, están entre las 15 que tienen ahora menos residentes de los que tenían 40 años atrás.

En una situación parecida está Cuenca, que tuvo un decrecimiento vegetativo de 1.033 habitantes en el primer semestre del año, lo que supone algo más del 0,5% de su población. Entre enero y junio, esta provincia fue por primera vez la que registró un número más bajo de nacimientos, con 209. Esto significa que en Cuenca nació poco más de un niño cada día de este año.

En general, el problema de las provincias que pierden población es la ausencia de nacimientos. Además de Cuenca, Soria tampoco llegó a los dos nacimientos diarios en el primer semestre, mientras que otras cuatro provincias (Zamora, Teruel, Ávila y Palencia), además de las dos ciudades autónomas, tampoco alcanzaron los 500 niños nacidos en el pasado semestre.

Aunque la despoblación es un fenómeno que afecta mucho más al interior y a la zona noroeste española, la crisis demográfica es casi generalizada en todo el país. Sólo las dos ciudades autónomas y cuatro provincias (Almería, Madrid, Murcia y Baleares) tuvieron crecimiento vegetativo positivo, es decir, tuvieron más nacimientos que defunciones.

Entre las que registraron un mayor decrecimiento vegetativo también están algunas provincias grandes, como Barcelona, Alicante o Valencia, que, aunque tienen números absolutos importantes, pierden menos habitantes de media que el promedio nacional.

Esta disparidad en el comportamiento de la población española, con una importante despoblación en el centro y en el norte y la concentración en Madrid, las islas y el arco mediterráneo no hará más que agudizarse en los próximos años, cuando el INE espera que comunidades como Castilla y León o Asturias estén aún más envejecidas y despobladas.

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