
Los tiempos de la formación de gobierno, aun si las intenciones de Pedro Sánchez en campaña se cumplen -"habrá Gobierno lo antes posible, en diciembre"-, abocan a regirse por los Presupuestos de Cristóbal Montoro, los de 2018, prácticamente hasta finales de 2020. De momento, el 1 de enero del próximo año, las Cuentas Públicas del exministro de Mariano Rajoy quedarán automáticamente prorrogadas. La agenda económica de Sánchez.
En un escenario propicio en el que el nuevo Gobierno cuente con apoyos suficientes para forjar la Ley más importante de un Ejecutivo, los Presupuestos no estarían antes de primavera. Si hay obstáculos por el camino, no habrá nuevas Cuentas hasta finales de 2020.
A tenor de las mayorías necesarias, y de los inconvenientes que los partidos regionales están poniendo a los acuerdos entre el PSOE y ERC –en el caso de que los republicanos finalmente se abstengan y faciliten la investidura de Sánchez–, el nuevo Ejecutivo tendrá muchos problemas para cerrar los futuros presupuestos, que llevan congeladas prácticamente dos años.
El reglamento da cuatro días para la formación de los grupos parlamentarios. En ese tiempo, el Rey podrá hacer la ronda de contactos
La complicación del itinerario inicial de la investidura de Sánchez tampoco facilita las cosas para que España cuente con unos Presupuestos nuevos en 2020. Si la candidatura del socialista resulta fallida también en la segunda intentona, a mediados del mes de febrero, el horizonte de unas terceras elecciones generales –las quintas en cinco años– sería más que probable.De ser así, los españoles volverían a las urnas entre el 29 de marzo o el 5 de abril, y las negociaciones de Presupuestos no empezarían al menos hasta junio o julio, lo que conduce a una nueva prórroga presupuestaria que duraría hasta 2021.
Según el calendario previsto por fuentes parlamentarias, después de la celebración de la constitución de las Cortes el 3 de diciembre, el presidente o presidenta del Congreso acudirá al Palacio de la Zarzuela para visitar al Rey y comunicarle la apertura del nuevo curso parlamentario. Por la mañana, los diputados ya habrán tomado posesión de su escaño y a continuación habrán elegido los nueve miembros que conformarán la Mesa de la Cámara Baja -también conocida como Mesa Grande-, que está compuesta por nueve personas que ocuparán los cargos de Presidencia, cuatro Vicepresidencias, y cuatro Secretarías.
Desde ese momento, el reglamento da cuatro días para la formación de los grupos parlamentarios. En ese tiempo, el Rey podrá ir llamando a las fuerzas políticas en su habitual ronda de contactos. Estos encuentros podrían tener lugar entre el 4 y el 12 de diciembre.
En la lógica parlamentaria, el candidato que ha obtenido más votos debería comunicar al jefe del Estado su intención de formar Gobierno si cree que tiene los apoyos suficientes. Esto es muy importante: en el caso de la legislatura fallida de Mariano Rajoy, el popular comunicó al Rey que no contaba con suficientes votos y no presentó su candidatura, y dio paso a que Pedro Sánchez se ofreciera como candidato, entonces con el apoyo frustrado de Ciudadanos.
Si el socialista no obtiene los votos necesarios en primera vuelta, bien el 11 de diciembre, bien el 19, el reloj electoral se activa
Se espera que Sánchez reúna los votos necesarios. De no ser así, tiene plazo indeterminado para continuar buscando alianzas. Sin embargo, fuentes parlamentarias indican que ya está reservado el periodo del 9 al 11 de diciembre para la celebración de la primera sesión de investidura, aunque tampoco se descarta que se pase a los días 16 y 18 de diciembre, quedando el 19 para la segunda votación.
En caso de que la investidura sea un éxito, la formación de Gobierno será cosa de días. Tras la moción de investidura, vía por la que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, la presentación del nuevo Ejecutivo fue prácticamente inmediata. Pero si el socialista no obtiene los votos necesarios, bien el 11 de diciembre, bien el 19, el reloj inicia su cuenta atrás. El reglamento establece dos meses desde la primera votación para que Sánchez vuelva a intentarlo, o para que otro dirigente se atreva a presentar su candidatura. Por cierto, este es un escenario que no hay que descartar para el Partido Popular, según las declaraciones de Teodoro García Egea de este martes.
El peor de los escenarios para la constitución de un nuevo Gobierno quedaría confirmado si a mediados del mes de febrero, pasados los dos meses reglamentarios, ninguno de los candidatos lograra reunir la mayoría absoluta o relativa que exige la ley. Es entonces cuando las terceras elecciones generales quedarán determinadas en la agenda. Y las fechas que se barajan, en ese caso, son el 29 de marzo o el 5 de abril, Domingo de Ramos. Llegados a este punto, la aprobación de nuevos Presupuestos no solo no sería viable a finales de 2020 sino que sería imposible antes de 2021.