Pedro Sánchez tenía una deuda pendiente y la ha pagado este miércoles. Después de dejar colgados a los empresarios familiares españoles en su Congreso de Murcia a finales de octubre, el presidente del Gobierno en funciones ha cerrado el encuentro de la Empresa Familiar Europea en una intervención muy esperada en la que ha afirmado que, si finalmente se mantiene en la Moncloa, apostará por la disciplina fiscal y presupuestaria pero también por mejoras sociales, así como por "subidas razonables de los salarios para los trabajadores siempre sin minar los niveles de competitividad de la economía".
De esta manera, Sánchez, que no ha dicho ni una sola palabra sobre la sentencia de los ERE de Andalucía, ha sentado las bases de uno de los compromisos de las dos campañas electorales de este año: subir el salario mínimo interprofesional (SMI) durante la legislatura. "El crecimiento económico y la cohesión social van de la mano. Esto lejos de lastrar el crecimiento, lo que hace es afianzar. La mejora de la situación de los trabajadores no afecta a las empresas, sino que las mejora", ha indicado el presidente del Gobierno en funciones. Todo esto un día después de que Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresas, avisara que incrementar la indemnización por despido no está en los planes de Moncloa.
Con todo, ha insistido en que "la disciplina presupuestaria y fiscal formará parte del nuevo Ejecutivo" respectando siempre los compromisos con Bruselas. La prioridad social está muy marcada, pero también dentro de los márgenes financieros que permite la situación económica". De hecho, en este punto ha sido especialmente insistente. "Debemos reducir la deuda pública -cuyos objetivos no se están cumpliendo-, solo así podremos sanear nuestras cuentas. Seguiremos haciendo nuestros deberes en déficit. Pero vamos a demostrar que una gestión responsable de la economía no tiene que ver con no lograr mejoras de la cohesión social". Un discurso que, claramente, ha tenido la intención de tranquilizar a los mercados y a las empresas tras el preacuerdo de Gobierno con Unidas Podemos.
"Nuestra economía es más robusta cuando todos somos parte de la prosperidad", ha añadido Sánchez, quien ha hecho énfasis en "el factor humano del trabajo. Un trabajador o una trabajadora no es un robot. Necesita reconocimiento personal y social y generaremos las condiciones apropiadas".
Sánchez también ha dirigido unas palabras a los representantes de la empresa familiar reunidos. "La generación de riqueza y su posterior distribución tendrá que venir del tejido productivo, es decir, de las empresas", en el que la familiar supone un "aporte fundamental. Generan riqueza de proximidad y son conscientes del valor añadido que tiene la cercanía del empleo".
Además, el presidente en funciones ha ahondado en el valor que aportan muchas empresas españolas, como Roca, Tous, Codorniu, Corte Inglés, Mercadona, Antolín, Stam o Bodegas Torres.
Aliados
En este sentido, para el crecimiento económico y del tejido productivo, ha asegurado que "el Gobierno de España es un aliado necesario e imprescindible. Somos conscientes de las amenazas sobre la economía. A estas amenazas tenemos ofrecer respuestas desde los poderes públicos y el sector privado".
Además, ha reconocido que "la estabilidad institucional es necesaria cuanto antes. Es el pilar que se tiene que asentar cuanto antes. Hay que saltar el bloqueo y abrir una nueva etapa en la que la crispación y el desencuentro se reduzcan", precisando que espera que en próximas semanas esto ocurra. "Necesitamos acuerdos y avanzar. Por primera vez, en mucho tiempo, todos los actores políticos estamos de acuerdo en estos principios que nos unen".