Economía

El hundimiento de la industria alemana aumenta la presión sobre la economía y el Gobierno de Merkel

  • La destrucción de empleo en el sector alcanza niveles de hace diez años

Los nuevos pedidos a las fábricas alemanas cayeron por decimotercero mes consecutivo y el empleo se destruye al ritmo más rápido en diez años, según la encuesta de PMI manufacturero del mes de octubre. El índice sube hasta los 42,1 frente al 41,7 de septiembre, y dos décimas por encima de la estimación inicial, pero los expertos advierten de que está por ver si la crisis industrial ha tocado fondo y crece la amenaza de que el resto de la economía termine contagiada.

La industria alemana no levanta cabeza, aunque en octubre su índice de actividad repuntó ligeramente. Va camino de cerrar un año completo de contracción y dos años enteros de declive, justo cuando comenzó la guerra comercial entre EEUU y China. Los indicadores de actividad siguen anclados en los niveles de 2009 y amenazan con retrotraerse a los mínimos que se alcanzaron después del estallido de la crisis financiera de 2008.

Los expertos advertían que el mayor riesgo de la situación que atravesaba el país es que terminara afectando al resto de la economía. Y ya hay señales de que está comenzando a suceder, por lo menos en lo referente al empleo. La destrucción de empleo en el sector manufacturero, la más elevada en diez años, ha provocado que no haya creación de puestos de trabajo por primera vez en seis años y que suba el paro por quinta vez que en los últimos doce meses.

El economista jefe de IHS Markit, Phil Smith, comenta que la pérdida de empleo está todavía muy lejos de los niveles que se alcanzaron en 2008, pero reconoce que "la prolongada recesión en el sector manufacturero representa una amenaza cada vez mayor para la economía nacional".

El sector servicios también coquetea con la contracción y el próximo 14 de noviembre la agencia de estadística hará oficial que la economía alemana en su conjunto entró en recesión en el tercer trimestre del año. Lo más preocupante es que las primeras cifras económicas de octubre no apuntan a una recuperación ni de la industria, ni de la actividad. "Las esperanzas de un retorno al crecimiento en Alemania en el último trimestre se han visto algo frustradas por los números de PMI, que muestran que la actividad comercial en la economía más grande de la zona euro se contrae aún más y la demanda continúan debilitándose", señala Smith.

De momento, el Gobierno de Merkel espera que la recesión técnica sea puntual y no prevé que la crisis del sector industrial termine por hundir al resto de la economía. Por esta razón Berlín niega que la economía necesite estímulos fiscales para salir del bache. Sin embargo, tanto el FMI como el BCE recomiendan al país en cada oportunidad que tienen que tome medidas.

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