
Los últimos datos económicos publicados en Alemania ensombrecen la perspectiva del Gobierno de Merkel y del Bundesbank de que el motor económico de Europa está atravesando una ligera recesión. Por primera vez en seis años, el sector privado germano destruye empleo por la pérdida de puestos de trabajo en el sector manufacturero y la pérdida de dinamismo en el sector servicios, según se desprende de la encuesta del PMI del mes de octubre. A falta de confirmación oficial, las cifras de hoy vuelven incendiar el debate para que Berlín se abra a una política fiscal que apoye a la economía.
Alemania todavía no ha entrado oficialmente en recesión técnica hasta que no se publiquen la primera cifra de PIB del tercer trimestre a mediados de noviembre. Se da por descontado que la economía volverá a contraerse como ocurrió de abril a junio. Pero los primeros datos adelantados de la recta final del ejercicio no auguran que la caída del PIB sea corta y limitada, tal como prevé el Gobierno de Merkel y el propio Bundesbank. La primera lectura del PMI de servicios y manufacturero en octubre indica que la economía alemana siguen en contracción y pone en serias dudas de que haya una recuperación en la recta final de año.
El PMI compuesto, que incluye la dinámica del sector servicios y manufacturero, sube una décima respecto a septiembre hasta los 48,6 puntos. Por segundo mes consecutivo el índice se sitúa por debajo de 50 puntos, que refleja una contracción de la actividad económica anticipando una caída del PIB.
El indicador se elabora a través de encuestas a 800 empresas alemanas de ambos sectores, que representan alrededor del 85% del tejido empresarial del país. A los empresarios se les preguntan por ventas, pedidos, precios y contrataciones. Aquí es donde las empresas alemanas pintan un panorama más oscuro. Indican que por primera vez en seis años, el sector privado está destruyendo empleo. Los analistas de IHS Markit, la consultora encargada de formular el índice, apunta a que se debió principalmente a la pérdida de empleos en el sector manufacturero, donde el número de empleados cayó a su nivel más bajo en casi 10 años, y al menor dinamismo del sector servicios, que registra la creación de empleo más débil en tres años y medio.
El PMI de la industria se mantiene en octubre en mínimos de 2009, justo cuando empezó la gran crisis, al repuntar dos décimas al 41,9 puntos. Mientras el sector servicios confirma el peor escenario para la economía alemana, un contagio de la crisis industrial al resto de la economía. El PMI de servicios cae dos décimas a 51,2 puntos, marcando el nivel más bajo en tres años.
"Las esperanzas de un retorno al crecimiento en Alemania en el último trimestre se han visto algo frustradas por los números de PMI, que muestran que la actividad comercial en la economía más grande de la zona euro se contrae aún más y la demanda continúan debilitándose", señala Phil Smith, economista jefe de IHS Markit.
Las previsiones no contemplan un crecimiento de las tensiones comerciales de EEUU con China y la Unión Europea
Los datos de hoy suponen un jarro de agua fría para las previsiones económicas que manejan el Gobierno de Merkel y el propio Bundesbank. Berlín mantiene que el PIB crecerá un 0,5% este año y los economistas del banco central insisten en descartar que el país se enfrenta a una crisis. La economía alemana se encuentra en el ojo del huracán de la guerra comercial y el Brexit. Desde principio de 2018, la industria alemana está cayendo en picado por culpa de la debilidad de las exportaciones. Un sector que representa el 25% del PIB.
Para muchos expertos las perspectivas de Berlín no contemplan el crecimiento de las tensiones comerciales de EEUU con China y la Unión Europea y que la salida de Reino Unido se siga alargando.
De fondo existe el debate de si el Gobierno de Merkel debe girar su política económica y apoyar abiertamente al país con estímulos fiscales. Va a ser el sexto año consecutivo que Alemania va a registrar un elevado superávit presupuestario. El ministro de finanzas, Olaf Scholz, aseguró el mes pasado que Alemania tiene capacidad para inyectar 50.000 millones de euros a la economía. Pero surge la interrogante de si serán suficientes y llegarán a tiempo si la recesión es más grave de lo previsto por Alemania.
Crece la presión interna y externa para que el Gobierno prepare una respuesta contundente ante la complicación del escenario económico. Desde el BCE insisten que Alemania debe acompañar la política monetaria expansiva con un paquete fiscal en condiciones. Si la locomotora de Europa descarrila terminará arrastrando a toda la zona euro.
Los datos de Francia sorprenden positivamente con una recuperación en industria y servicios
El PMI de la zona euro se ha vuelto a quedar a un paso de la contracción. Se sitúa en octubre a 50,2 puntos desde los 50,1 registrado en diciembre. La economía de la zona euro comenzó el cuarto trimestre del año estancada. El índice ofrece un crecimiento trimestral del PIB que no llega al 0,1%. El sector industrial se mantiene en contracción en mínimos desde 2012, mientras el sector servicios repunta ligeramente hasta los 51,8 puntos.
La situación para la zona euro no se ha complicado gracias a las sorprendentes cifras de Francia. El PMI para los servicios franceses aumenta a 52,9 desde los 51,1 puntos en septiembre y la actividad manufacturera también se recuperó más de lo esperado, aumentando a 50,5 en octubre desde los 50,1 registrado en septiembre. El índice compuesto creció un 1,8 puntos hasta los 52,6 puntos, supone el mayor incremento en dos años.