La Reserva Federal de EEUU ha iniciado las compras de letras del Tesoro esta misma semana. La mesa encargada de ejecutar estas operaciones, que tienen como objetivo aumentar el nivel de reservas-liquidez, ha adquirido letras por valor de 7.501 millones de dólares el primer día, una buena cantidad. Sin embargo, parece ser que no todos los participantes del mercado están dispuestos a entregar sus letras del Tesoro a cambio de la liquidez que ofrece la Fed.
A medida que vayan transcurriendo las semanas, la Fed podría tener problemas para encontrar todas las letras del Tesoro que quiere. John Canavan y Kathy Bostijancic, economistas de Oxofrd Economics, destacan en una nota que "el reto de la Fed podría ser encontrar suficientes vendedores de letras a lo largo del tiempo, a pesar de que la mesa que ejecuta las operaciones ha recibido una demanda equivalente de 32.569 millones en la operación que ha inaugurado las compras".
El 'no QE' de la Fed
El banco central de EEUU anunció el pasado viernes que comprará 60.000 millones de dólares al mes en letras del Tesoro al mes para mantener un nivel elevado de reservas. Jerome Powell, presidente de la Fed, y el propio organismo han asegurado de forma reiterada que esto no se trata de un nuevo Quantitative Easing (QE) o programa de estímulos, sino de una "medida puramente técnica para mejorar la transmisión de la política monetaria".
Sin embargo, la distinción a la hora de la práctica parece escasa, si es cierto que la Fed sólo se ha comprometido a mantener ese ritmo de 60.000 millones durante le primer mes, por lo que el alcance de la intervención podría ser muy inferior al de los QE del pasado. Al concentrarse tan solo en letras del Tesoro (en lugar de una mayor gama de activos y vencimientos) también otorga cierta particularidad y limitación a la Fed.
Ahora han comenzado unas compras que podrían totalizar unos 300.000 millones de dólares cuando finalice la intervención. Los expertos de Oxford Economics creen que la Fed puede tener cierto margen para encontrar vendedores ofreciendo un mayor precio por esas letras, pero el banco central intenta distorsionar lo menos posible el mercado, por lo que tampoco parece la solución definitiva.
Pia McCusker, directora general de mercados monetarios en State Street Global Advisors, reconoce en declaraciones el Financial Times que "no están dispuestos a vender sus letras". Esta firma tiene más de 22.000 millones de dólares en letras del Tesoro. "Venderlas sería obtener un beneficio a corto plazo y después tendría que reemplazar la letra por otro activo que da un interés mucho más bajo", explica la gestora.
Varios gestores han revelado al FT que no están dispuestos a vender sus letras del Tesoro a la Fed a no ser que reciban un precio muy elevado que compense la pérdida del interés que abonan las letras. Por eso, desde JP Morgan se preguntan que "dónde van a encontrar esas letras".
Con el anuncio del viernes, la Fed está intentando aumentar los niveles de reservas en el mercado ante las tensiones que de finales de verano en el mercado de 'rapos' (acuerdos de recompra de reservas por bonos y letras). Esta decisión ha llegado tras el descontrol en los tipos de interés del mercado monetario donde los bancos intercambian reservas. Los tipos de interés se dispararon por encima del 9% en algunas operaciones a mediados de septiembre en el mercado de recompras (repos) ante la escasez de reservas. La Fed tuvo que intervenir de urgencia para inyectar miles de millones y anunciar que proveería liquidez (hasta 75.000 millones de dólares) cada noche, logrando tranquilizar los tipos y el ansia de reservas de las entidades. Sin embargo, esta medida era un parche temporal que debía ser solucionado con una medida como la anunciada, que promete un aumento constante del balance a través de compras de letras del tesoro.
El auge de los tipos de interés en este mercado podría haberse trasladado a la concesión de crédito a la economía real, lo que evitaría que la política monetaria de la Fed se trasladase de la forma más efectiva.
Para evitar este desenlace la Fed incrementará el nivel de reservas con esas adquisiciones de activos e intervendrá de forma diaria con operaciones de recompra a un día para las entidades que necesiten reservas de forma urgente a una noche. Además, con las compras de letras (los activos que se encuentran en la parte más corta de la curva de tipos) la curva de tipos ha recuperado en parte su pendiente habitual. Focalizar la compra de estas letras supondrá un incremento de su precio (caída de su interés), mientras que el resto de la curva debería sufrir una menor variación. Los inversores temen la inversión de la curva de tipos por ser el mejor predictor de recesiones hasta la fecha.
Ahora que han comenzado las compras será importante vigilar la oferta y la demanda de letras de Tesoro y ver si la Fed logra aumentar el nivel de reservas en la cantidad que quiere.