Economía

S&P avisa: la economía española no está tan fuerte como creemos

  • Los analistas alertan de los problemas económicos a medio y largo plazo
  • Las agencias advierten de los efectos negativos por el bloqueo político

Ni la aterradora brecha presupuestaria, ni el desesperante mercado laboral, ni, tampoco, el desafío de las pensiones. Lo que centra la atención de los políticos españoles es, desde hace ya tres años, la eterna campaña electoral en la que está inmersa el país. Ante un escenario de desaceleración global, ¿de verdad cree usted que hay alguien ahí que le preocupa algún desafío económico?

Los analistas internacionales y las agencias de calificación tampoco y alertan de los peligros económicos del bloqueo político en España a medio y largo plazo en un contexto de desaceleración global. Destacan las dificultades de un gobierno débil para impulsar las reformas estructurales necesarias para abordar la recuperación de las finanzas públicas frente a las futuras perturbaciones económicas.

Las agencias de calificación credictia S&P y DBRS han mejorado la nota española y elevado la calificación de su deuda al A, pese a la ralentización. Sin embargo, avisan de que es algo pasajero, a la espera de ver en qué queda esto de la formación de un Gobierno estable.

Los analistas, que, a diferencia de los políticos españoles, ven más allá del 10 de noviembre, están seguros de los efectos negativos que traerá el bloqueo institucional a medio y largo plazo. "La posibilidad de un Ejecutivo inestable plantea dudas sobre el ritmo de las reformas políticas, incluidas las destinadas a mejorar el mercado laboral o reducir el déficit presupuestario", apuntan en su informe los expertos de Standard & Poor's.

La agencia de calificación norteamericana sostiene que el "fragmentado" panorama político español disminuye la probabilidad de que el próximo Gobierno "hacer frente a los desafíos económicos existentes, o reducir aún más la brecha presupuestaria estructural de España, en particular el déficit de seguridad social". El documento urge a España a abordar las grandes y sensibles deficiencias del sistema de Seguridad Social.

Epaña es el tercer país de la OCDE con una tasa de desempleo más alta, después de Grecia y Sudáfrica

Standard & Poor's subraya, además, los problemas del mercado laboral español, que es el tercer país de la OCDE con una tasa de desempleo más alta, después de Grecia y Sudáfrica. Sin un Gobierno fuerte y serio, la reforma que acabe con esta ya crónica enfermedad española será imposible.

De hecho, los especialistas cuentan ya con que los esfuerzos para reducir el déficit presupuestario puedan tambalearse en los próximos años, especialmente en ausencia de un enfoque político más resuelto para abordar todos estos desafíos. Y, mientras tanto, todos a por los votos de los cada vez más atónitos ciudadanos.

Están a tiempo. No todo es negativo. A pesar de este estancamiento institucional junto con desarrollos externos adversos, como el debilitamiento del crecimiento económico en la Eurozona, la disminución del comercio internacional y las perspectivas de un Brexit sin acuerdo, el desempeño económico de España ha sido resistente estos últimos meses. Los expertos de Standard & Poor's esperan que las tasas de crecimiento económico se desaceleren, sí, pero permanezcan por encima del promedio de la eurozona en los próximos tres años, incluso en términos de crecimiento real del PIB per cápita.

La restauración de la competitividad de la economía ha llevado a un reequilibrio hacia la demanda externa, como apuntan los superávit constantes de la cuenta corriente desde 2013. Así, muchos apuntan que la economía española está mejor posicionada para soportar riesgos externos que, sin duda, irán en aumento en los próximos años.

En España no se cuestiona la Unión Europea, lo que tranquiliza sobremanera a los inversores

Por ello, las agencias de calificación ha subido la nota de España. La mejora refleja que el crecimiento económico equilibrado y una mejor posición presupuestaria han puesto la relación entre la deuda y el PIB en una trayectoria descendente más firme. El país también ha avanzado en el desapalancamiento de los sectores público y privado. La actualización también refleja las perspectivas de una consolidación fiscal continua. Para 2019, los analistas pronostican un déficit del gobierno general de alrededor del 2% del PIB, el resultado más bajo desde 2007.

Por otra parte, en España no se cuestiona la Unión Europea, lo que tranquiliza sobremanera a los inversores. A diferencia de otros países del entorno cono Francia, Italia o, evidentemente, Reino Unido, no existe aquí una pulsión política significativa para abandonar el proyecto comunitario.

El paraguas de Bruselas, además, dificulta la desviación de la senda económica marcada en los últimos meses por la defensa ante un escenario de desaceleración global. "Reduce los riesgos de unos resultado extremos", apuntan desde DBRS.

Los expertos prevén que la economía se expanda aproximadamente un 2,2% en 2019, antes de desacelerarse entre 2020 y 2022, en comparación con un crecimiento del PIB real de 2,4% en 2018. También creen que el desempeño económico permanezca relativamente equilibrado, con la demanda interna que continúa impulsando el crecimiento, mientras que las exportaciones netas probablemente harán una contribución ligeramente negativa dado el crecimiento económico más débil en sus socios comerciales clave. En este contexto, el factor clave en el desempeño del crecimiento será el consumo privado con ganancias adicionales, aunque más lentas, en el empleo y un crecimiento salarial algo más rápido, en particular el salario mínimo de 2019 y los aumentos de los salarios públicos.

En cualquier caso, esta subida en la nota no es para felicitarse, como ha hecho el Ministerio de Economía. La situación pende de un hilo y las previsiones internacionales no son nada simpáticas.

Si los políticos no dejan de una vez de poner todo su empeño en su retórica electoral, la pequeña subida de hoy en el rating, se convertirá en pocos meses en un suspenso catastrófico y la situación se habrá desbordado. "Parece poco probable un Gobierno comprometido", apunta DBRS. La probabilidad en España es caprichosa y, esta vez, romperla es vital para el regreso al crecimiento.

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