Economía

El crecimiento de EEUU y China será clave en el final de la guerra comercial

  • El próximo encuentro, en la ronda de negociación de septiembre en Washington
Donald Trump y Xi Jinping. Foto: Reuters

Dos pasos adelante y uno atrás. Este parece ser el baile en el que se enzarzan Estados Unidos y China desde hace ya más de un año en busca de poner punto y final a un conflicto comercial que amenaza con descarrilar la economía mundial. Sin embargo, el presidente Donald Trump no puede permitirse un desliz de cara al próximo año, cuando las elecciones presidenciales a este lado del Atlántico certificarán si los estadounidenses revalidan el particular arte de negociar del republicano.

Es por ello que después de su intento por dinamitar la última tregua alcanzada con su homólogo chino, Xi Jinping, a finales de junio en Osaka, Japón, el inquilino de la Casa Blanca relaja la soga que pesa sobre el gigante asiático. Esta misma semana, consciente de la pesadilla antes de Navidad que su arancel del 10% sobre productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares podría causar sobre el consumidor patrio, optó por retrasar dicho gravamen sobre aproximadamente el 60% de los bienes afectados.

Trump estima que las devaluaciones del yuan "dañarán gravemente" a China y les obligarán a ofrecer concesiones

Si bien esta demora puede interpretarse un intento por mitigar la escalada de las tensiones, la guerra comercial entre ambos países sigue en pie. De hecho, el anuncio de distintos tramos de implementación ofrece un margen adicional para forzar las presiones. Ahora, por ejemplo, EEUU podría aumentar los aranceles del 10 al 25% en el tramo de productos por valor de 150.000 millones de dólares que se implementará en septiembre antes de los aumentos del tramo de diciembre sin afectar al consumidor.

No obstante, Pekín indicó el jueves que dado el nuevo revés arancelario que se avecina no le queda más remedio que preparar represalias. Una amenaza a la que Trump respondió asegurando que sus tácticas están funcionando. Después de que el Departamento del Tesoro designase a China como un manipulador de su divisa, algo que no ocurría desde la década de los 90, el presidente de EEUU estima que las devaluaciones del yuan "dañarán gravemente" al país asiático y obligarán a Pekín a ofrecer concesiones. "Querrán un acuerdo", dijo en un acto desde Manchester, Nuevo Hampshire.

Posible encuentro a la vista

Trump tiene previsto mantener una conversación telefónica con Xi "muy pronto" y considera que Pekín quiere avanzar en las conversaciones. Ambos equipos negociadores tienen previsto volver a hablar en las próximas semanas mientras que la próxima ronda de negociaciones fijada en septiembre en Washington sigue vigente.

Esto deja margen para materializar ciertos avances antes de que termine el año. Un acuerdo final requerirá una reunión cara a cara entre Trump y Xi y el próximo evento potencial para ello podría ser la Asamblea General de la ONU en Nueva York, que se celebrará entre el 17 y el 24 de septiembre, o la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Chile, a partir del próximo 14 de noviembre.

"Dado que las condiciones económicas y financieras de EEUU siguen siendo favorables, Washington mantendrá una postura agresiva en sus negociaciones", considera César Rojas, economista de Citi. "Si la coyuntura económica empeora antes de las elecciones de 2020 entonces podríamos ver un acuerdo aparente o de cortesía", añade. Esta semana hemos visto como las ventas minoristas se dispararon un 0,7% en el mes de julio mientras que la inflación subyacente repuntó hasta un 2,2%. Ahora las miras están puestas en la Reserva Federal, dado que las condiciones actuales no dejan claro que se pueda justificar una próxima rebaja de tipos cuando Trump exige recortes por un total de 100 puntos básicos.

En el gigante asiático, de cara al 70 aniversario de la Fundación de la República Popular de China a comienzos de octubre, Pekín podría intentar lograr concesiones adicionales de la delegación estadounidense o al menos un tono algo más suave. Esta fecha clave llega precedida por un crecimiento en el segundo trimestre que se desaceleró a un mínimo de casi 30 años.

Es por ello que la agencia de planificación de China dijo el viernes que desplegará un plan para elevar las rentas disponibles de las familias este año y en 2020, a fin de apuntalar el consumo en medio de una ralentización.

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