
En 2018, la Balanza por Cuenta Corriente española se mantuvo en superávit por sexto año consecutivo, algo sin precedentes en la historia reciente de España. A pesar de esta fuerte mejora sobre el máximo nivel de déficit en 2007, los técnicos del FMI (External Sector Report 2019) consideran que para lograr un PIB suficientemente fuerte y nuevas reducciones del desempleo, se requiere una tasa de crecimiento del PIB relativamente elevada, por encima del 2%, y un tipo de cambio efectivo real moderadamente más débil durante un período sostenido.
El Gobierno prevé un crecimiento del 2,2%, siempre que no se modifiquen las condiciones de la política monetaria, no se recrudezca la guerra comercial y el 'Brexit' entre en unos parámetros menos cruentos que los que se atisban desde la llegada a la Presidencia del Gobierno del Reino Unido de Johnson.
El crecimiento interanual del PIB se situó en el primer semestre en el 2,3%, con un crecimiento en los dos primeros trimestres de 2019 del 0,5% y previsiones con una ligera ralentización hasta final de año.
1) Crecimiento acelerado. La expansión de la economía española está sufriendo un frenazo, que aunque todavía resiste por encima de los niveles de los países del entorno, existe un claro consenso entre los expertos de que vamos a una ralentización, que puede verse aún más agravada por los efectos de la guerra comercial entre las grandes potencias, impulsada por Estados Unidos y que afectará especialmente a España si se recrudece la imposición de aranceles con la Unión Europea, así como el debilitamiento de la economía China y de otros países emergentes. También, la posibilidad de que, finalmente, se decida el Reino Unido por un 'Brexit' duro, lo que tendría un efecto muy negativo sobre los sectores locomotora españoles, como son el turismo y la construcción residencial.
2) Causas del frenazo. Son muchas las razones que están contribuyendo a este menor crecimiento de la economía española. Entre ellas destaca la caída del consumo interno, la bajada en los indicadores de actividad industrial, de inversión en maquinaria, en las importaciones, así como un debilitamiento de la inversión pública y privada. También, la caída en la creación de empresas y el menor crecimiento del empleo y la pérdida de competitividad como consecuencia de las subidas salariales.
3) La falta de Gobierno. Un dato que ha de tenerse en cuenta, como es la falta de Gobierno desde hace tres meses, lo que supone que muchas de las medidas que se habían previsto para este año se encuentran congeladas, incluida, además, las consecuencias que arrastra la prórroga en los Presupuestos Generales del Estado.
4) Financiación externa. La fuerte recuperación económica, han ayudado a mejorar la confianza de los inversores. Sin embargo, las grandes necesidades de financiación externa, tanto en el sector público como en el privado, son muy limitadas y, por tanto, dejan a España en una situación de vulnerabilidad ante cambios repentinos en la volatilidad de los mercados.
5) Inversión a la baja. La inversión se está convirtiendo en uno de los grandes frenos de la actividad económica, puesto que en términos interanuales, la inversión creció un 1,2% en el segundo trimestre de 2019, frente al avance del 7,5% registrado en el mismo periodo de 2018.
6) Descenso del consumo. Los servicios no turísticos han vuelto a caer mientras que el consumo de no residentes descendió algo más de lo previsto. lo que se suma a la debilidad que se observa en el sector turístico.
7) Automóvil. La caída de las matriculaciones en julio ha disparad las alarmas del sector, porque caída del mercado se acentúa cada mes que transcurre. En julio se comercializaron 116.686 unidades, lo supone una caída del 11% sobre el mismo mes de 2018.
8) Turismo. Aunque con tasas más discretas que en años anteriores, parece que el sector turístico, sigue reportando beneficios a los empresarios y dinamizando el crecimiento del PIB a pesar de la recuperación de destinos competidores en toda la costa mediterránea que han amenazado este año los resultados en términos de volumen de visitas a nuestro país.
Hasta el pasado mes de junio, el gasto de los turistas internacionales en sus viajes a España alcanzó los 40.380 millones de euros, con un incremento del 3,7% respecto al mismo periodo de 2018, de acuerdo con la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur).
9) Exportaciones. Según las proyecciones del BBVA Research sobre la evolución de la economía española, se espera que las ventas de bienes al exterior en 2019 prolonguen la atonía observada durante 2018 para recuperar de nuevo su vigor en 2020, pero esta previsión está condicionada a que no cambien las condiciones actuales a peor.
10) Deuda de las familias. La deuda de las familias e instituciones sin ánimo de lucro residentes en España con los bancos se elevó un 1,2% a nivel mensual en junio, con un alza de 8.418 millones de euros, hasta los 704.348 millones de euros, mientras que la deuda empresarial se mantuvo, al elevarse ligeramente en 763 millones de euros, según los datos publicados por el Banco de España.
Este aumento se debe principalmente al aumento de los créditos destinados al consumo, que se situaron en 194.087 millones de euros, lo que representa un alza del 4,4% frente a los datos de mayo y un descenso del 3,3% sobre 2018. Por su parte, los créditos destinados a la vivienda, que suponen la mayor parte del total, se situaron en 518.780 millones de euros, apenas 229 millones de euros más a nivel mensual y un 1,4% menos que en 2018.
El PIB se estanca en el 0,5%
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef) prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) del España avance un 0,5% en los dos últimos trimestres del año. De esta forma, la economía española podría estabilizarse tras la moderación que sufrió en el segundo trimestre. La tasa interanual del PIB para el tercer trimestre de 2019 se situará en el 0,47%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En cuanto al cuarto trimestre, la AIReF es más optimista ya que muestra un repunte del 0,52% entre los mese de octubre y diciembre. Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresa en funciones, advirtió del coste "lamentable" en un contexto de incertidumbre sin constituir un Ejecutivo con plenas funciones.
Sin embargo, mantiene su intención de mejorar la previsión de crecimiento del Gobierno del 2,2% este año, una vez se conforme el Ejecutivo, e igualarla con la estimación de los organismos nacionales e internacionales de entre el 2,3% y 2,4%.