
La Dirección General de Tráfico (DGT) mantiene su firme apuesta por acabar con los accidentes mortales en carretera, para lo que se ha propuesto minimizar todo tipo de riesgo. Por ello, este 11 de mayo, ha entrado en vigor el límite de 30 kilómetros por hora en vías urbanas de un solo carril por sentido de circulación. Una bajada de velocidad que, por ahora no se contempla en las carreteras convencionales, aunque según los expertos consultados por la institución "debería ser de 70 km/h".
"En las áreas con intersecciones y alto riesgo de colisiones laterales, la velocidad apropiada sería de 50 km/h y en las carreteras convencionales sin separación física de carriles y para reducir el riesgo de colisiones frontales, el límite apropiado debería ser de 70 km/h", ha señalado la DGT sobre la recomendación de los expertos en seguridad en carretera.
Una medida que, tal y como confirman desde la propia institución a elEconomista.es, "no está sobre la mesa de Tráfico, ni se ha pensado en aplicar". Velocidad, de tal forma, que seguirá siendo de límite de 90 km/h, como viene siendo costumbre en estas carreteras convencionales.
Habrá más controles por San Isidro (Madrid) y el fin del estado de alarma con la correspondiente plena movilidad permitida
Y es que estas vías son de constante preocupación para la DGT, porque en ellas se concentran gran parte de los accidentes mortales de tráfico. Por ello, hasta el próximo 16 de mayo, la institución implementará sus controles y radares para tratar de acabar con los fallecidos y heridos en carretera.
Esta nueva campaña, donde se ha comentado la citada recomendación de los 70 km/h, coincide con la festividad de San Isidro en Madrid y el primer fin de semana completo tras la caída del estado de alarma. Dos condicionantes que se espera que provoquen una asistencia mayor de la registrada en los últimos meses en carretera, con el conveniente peligro que puede derivar en los accidentes.
Sea como fuera, la DGT ya ha dado la bienvenida a la reducción a 30 y 20 km/h en la mayoría de calles de las ciudades españolas, mientras sigue mirando por ese objetivo de "cero víctimas mortales en 2050". En lo que refiere a carreteras convencionales, la institución ya ha eliminado los 20 km/h para adelantar en estas carreteras, así como en 2019 redujo de 100 a 90 km/h los límites genéricos en vías secundarias.