
Este debía de ser un buen año para el sector de los cruceros. Las previsiones apuntaban que en 2019 se alcanzaría una cifra de 30 millones de pasajeros en todo el mundo, algo nunca visto desde que hay registros. Sin embargo, nadie vio venir una crisis de semejante envergadura que ha puesto de rodillas a la industria del turismo en general, y de los cruceros en particular. Sus tres actores principales –Royal Caribbean, Carnival y Norwegian- copan alrededor del 75% del mercado y en lo que va de año pierden un 65%, un 57% y un 70% de su valor en bolsa, respectivamente. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.
Quizá el caso más grave es el de Royal Caribbean, que sufrió el aislamiento en sus barcos de varias decenas de pasajeros infectados con el Covid-19. La compañía ha retirado las previsiones anuales que había elaborado hace unas semanas y que ya se han quedado desfasadas. Entre las medidas que han tomado, destacan la reducción de los gastos de capital y los gastos operativos para mejorar la liquidez en torno a los 1.700 millones de dólares en 2020. Asimismo, han aumentado la capacidad de crédito rotativo en 550 millones de dólares.
Royal, que forma parte del fondo Tressis Cartera Eco30, alcanzó un máximo histórico en bolsa el pasado 17 de enero en los 135,05 dólares. En menos de dos meses ha caído por debajo de los 50 dólares y la acción se ha desplomado un 65% en lo que va de ejercicio. A media sesión del miércoles, se situaba en los 47 dólares.
La compañía naviera sucumbió a la presión del mercado en la última semana de febrero, cuando el precio de sus títulos se desplomó un 24,2% en el parqué, y también la semana siguiente –la primera de marzo- cuando se hundieron otro 19%.
Las acciones de Royal Caribbean vuelven así a niveles de 2014, sobre todo, después de que los grandes bancos de inversión recortasen la valoración de la firma estadounidense. Goldman Sachs pasó de valorar a la compañía en un precio objetivo de 130 dólares a reducirlo a los 79 dólares. Otro tijeretazo dieron desde Nomura, al pasar de los 115 a los 66 dólares.
Fue precisamente el equipo de analistas de Goldman Sachs el que dio la puntilla esta semana con un informe detallado sobre el sector, del que dice "probablemente, tardará un tiempo en recuperarse del batacazo del coronavirus". Todo ello a pesar de que tanto Roya Caribbean como Carnival han suspendido sus cruceros por el Mar de China.
En el caso de Carnival, la mayor firma de cruceros del mundo, Goldman Sachs prevé una caída del beneficio de entre el 50% y el 60% en 2020, "con más de la mitad del impacto procedente de la desaceleración de la demanda".
Desde el banco norteamericano subrayan que las compañías de cruceros suelen obtener su mayor rentabilidad en el tercer trimestre del año, el que estaría entre el verano y el otoño. "Eso es cuando muchos barcos son trasladados del Caribe a Europa y Alaska", explican, si bien "eso incrementa la posibilidad de que se interrumpan los viajes en esas regiones".
A pesar de las complicaciones, Royal Caribbean recibe una recomendación general de comprar del consenso de mercado que recoge FactSet, aunque es cierto que se ha deteriorado desde finales de enero. Esta recomendación ha permanecido intactadurante cuatro años, desde enero de 2016.
La crisis del coronavirus ha diezmado la capitalización bursátil de las principales líneas firmas de cruceros. Royal Caribbean cuenta con un tamaño que en la actualizad ronda los 9.000 millones de euros; Carnival, en torno a los 11.000 millones, y Norwegian, poco más de 3.000 millones. A comienzos de año, tanto Royal como Carnival superaban los 20.000 millones.
De este modo, las caídas recientes han abaratado sobremanera los beneficios de estas compañías. Royal Caribean presenta un multiplicador de ganancias que incluye la deuda (ev/ebitda) de 6,9 veces, frente a las 5,8 veces de Carnival y las 5,6 de Norwegian (no confundir con la aerolínea). Todavía por debajo de lo que se paga por los beneficios de Marriott o Intercontinental, que están en las 13,1 y 11,7 veces.