Mientras se suceden las llamadas a la calma, en medio de restricciones a la movilidad y el anuncio de estímulos fiscales para paliar las consecuencias del parón en la producción y el consumo, los principales indicadores bursátiles de Estados Unidos testan de nuevo su capacidad de resistencia. El S&P 500 se aleja del peligro en los últimos minutos y alcanza los 2.741,30 puntos, en una jornada en la que se desploma un 4,9%. Por su parte, el Dow Jones pierde un 5,86%, hasta descender a los 23.553,22 puntos, y el Nasdaq 100 se deja un 4,4%, hasta caer a los 8.006 enteros.
A pesar de la propuesta de Donald Trump al Congreso estadounidense para implementar una serie de medidas de estímulo a la economía, Wall Street ahonda en la caída y se deja cerca de un 5% en la sesión de este miércoles, el día en que la Organización Mundial de la Salud ha añadido el apellido pandemia al nombre del coronavirus Covid-19.
De esta manera, el brusco rebote de ayer del 5% queda en agua de borrajas. No obstante, el Standard & Poor's ha logrado resistir por encima de los 2.700 puntos, lo que evita por el momento otra caída adicional de un 15% aproximado a los mínimos de hace dos años.
"Esa es la línea divisoria que separa el bien del mal, de un escenario potencialmente alcista de uno bajista que podría ser dantesco hasta una vuelta de Estados Unidos a los mínimos de 2018", sostiene Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Durante la sesión, la volatilidad que recoge el índice Vix de la Bolsa de Chicago ha superado los 53 puntos, niveles no vistos desde la crisis financiera de 2008.
El análisis que hacían desde Goldman Sachs también ha calado en el mercado. "No creemos que el mercado de valores haya descontado las peores consecuencias del virus conforme las medidas de contención pueden seguir extendiéndose, reflejando lo que hemos visto en China e Italia", recalcaba Shoqat Bunglawala, uno de los ejecutivos de Goldman Sachs Asset Investment y quien predijo el año pasado el rally en la bolsa.
"Admitimos que todavía existen riesgos bajistas desde aquí", concluía el experto.
El petróleo Brent retrocede casi un 4%, hasta caer a la zona de los 35,7 dólares por barril, después de rebotar de forma robusta el martes.
De igual modo, los futuros del West Texas estadounidense pierden un 5% de su valor y se deslizan a la zona de los 32,6 dólares por barril.
Entre los valores cuya caída ha sido más dura este miércoles está Boeing, que ha perdido un 18% de golpe y porrazo y acumula unas pérdidas del 42% en lo que va de ejercicio. El sector aeroespacial es uno de los grandes damnificados del año.
En cuanto a las divisas, el euro termina plano en su cruce con el billete estadounidense y se sitúa en el nivel de 1,128 dólatres. Por su parte, el oro desciende un 0,7% con respecto al martes, hasta la cota de los 1.638 dólares por onza.
El desgaste psicológico del inversor
"Cuando pierdes dinero estás derrotado y no sabes cómo actuar", subraya José Antonio Madrigal, operador bursátil con una aplia trayectoria y director de Eurekers. "Mi entrenador de ciclismo me decía que tenía que atacar cuando más cansado estaba", señala el experto, para adaptar esta metáfora a la situación actual de la bolsa.
Madrigal apunta que desde 2008 la bolsa se ha desplomado en siete ocasiones con la misma intensidad que en 2020. "Cualquier persona que invierte en bolsa debe asumir que esto pasa", dice, en referencia a acontecimientos imprevistos por el mercado como la pandemia del coronavirus.
"Pienso que volverá a máximos históricos, no cabe ninguna duda", asegura el bróker y fromador de traders, quien cree que no sería descabellado que Amazon, por ejemplo, batiese un récord de ventas en los próximos meses por el aumento del consumo online.
Ante la duda de qué hacer con las inversiones particulares, Madrigal es claro: "Hay que pensar en qué compañías no ha afectado esta caída", dice, "son sectores que no bajan o caen menos que el mercado", como los servicios de salud, la tecnología, los productos de hogar o utilities como la energía, destaca. "Siempre hay que buscar qué nos puede beneficiar de lo que ha ocurrido".