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La Audiencia Nacional imputa a Fridman, dueño ruso de Dia, por la quiebra de Zed

  • Anticorrupción le sitúa en la cúspide de una organización criminal
  • La Fiscalía cree que el magnate hunde empresas para quedárselas a precio de saldo
  • La imputación se produce unos días antes de que se apruebe la refinanciación de Dia

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha acordado citar como investigado -antes imputado- al empresario ruso y máximo accionista de la cadena de supermercados Dia, Mijaíl Fridman, en la causa que investiga supuestas irregularidades en la caída del grupo tecnológico Zed. Fridman tendrá que comparecer el próximo día 12 de septiembre a las cuatro de la tarde.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, el titular del juzgado central de Instrucción número 6 ha aceptado la petición de la Fiscalía Anticorrupción, que a comienzos de semana solicitó la imputación del magnate por supuestos delitos contra el mercado, administración desleal e insolvencia punible. La citación se produce apenas unos días antes de que el próximo 30 de agosto la junta de accionistas de Dia aprueba la refinanciación de la compañía, a la espera de una ampliación de capital por 600 millones de euros.

El relato del Ministerio Público ubica al empresario en el origen de la insolvencia de Zed, una situación que Fridman, accionista del grupo tecnológico, habría propiciado con maniobras para asfixiar a la compañía económicamente y después adquirirla a un "precio irrisorio" por debajo del de mercado.

La Fiscalía Anticorrupción considera que habría maniobrado, en concreto, para poder adquirirla por tan solo 20 millones de euros. Tal y como adelantó elEconomista.es el pasado mes febrero, el fiscal José Grinda considera que Fridman lidera una red que está especializada precisamente en provocar la quiebra de empresas, para quedárselas después a precio de saldo.

Elementos incriminatorios

"Se evidencian elementos incriminatorios no solo respecto a los delitos de amenazas y vulneración de la intimidad, sino también con relación a un delito de insolvencia punible, cometido por una organización criminal, cuya cúspide es Mikhail Fridman", aseguraba Anticorrupción. 

En el escrito presentado ahora el fiscal asegura que Fridman "tiene el control de los acontecimientos que, junto con la conducta de otros investigados, derivaron en la insolvencia de Zed WordWide", que presidía el empresario Javier Pérez-Dolset. El juez ha acordado ahora también citar en calidad de testigo a Edwin Harlam, que fue el encargado de hacer la auditoría forense de Zed.

Los vínculos de Fridman con Zed se remontan al año 2008 con la entrada en el accionariado de varias de sus sociedades afines. La relación se fue estrechando hasta tal punto que el 43 por ciento de los ingresos de la firma española de servicios digitales estaba vinculado al holding empresarial del magnate ruso. A la vistas de su crecimiento, en 2013 Zed planeó su salida a bolsa en el Nasdaq estadounidense, operación para la que requería de una línea de crédito de 140 millones liderado por INGy suscrita con varias entidades, entre ellas Amsterdam Trade Bank, una filial del Alfa-Bank controlado por el magnate ruso.

Una posición dominante

El informe de Anticorrupción describe cómo Fridman "se aseguró una posición dominante" en la sociedad de la familia Pérez Dolset, lo que le daba un papel privilegiado "frente a cualquier decisión, en la medida que participaba del accionariado y, al mismo tiempo, era uno de los principales acreedores".

Como "acción de presión y ahogo económico", los socios rusos "subordinados" a Fridman, los ya imputados Vage Engibaryan y Sergey Gorbuntsov, "planificaron una estrategia ilegal de interrupción de pagos de dividendos de las filiales rusas, hecho que dio como resultado "una falta total de liquidez".

Esta circunstancia, unida a las modificaciones "agresivas e injustificadas" de contratos, a la "pérdida de capitales en presuntas comisiones ilegales y a las obligaciones crediticias (...) llevó a la compañía española a la insolvencia".

Todo esto culminó con una oferta de compra fechada en octubre de 2016 por importe de 20 millones de euros, prosigue Fiscalía, que ve ese precio "muy por debajo del que era su valor cuando dieron comienzo las maniobras de paralización y bloqueo". La oferta finalmente fue presentada por las sociedades vinculadas a Engibaryan y el grupo Planeta. Las sospechas de Anticorrupción, de las que ahora se hace eco el juez en su auto, parten de la denuncia previa de Pérez Dolset, que en 2016 expuso ante la Fiscalía una serie de actuaciones personales y societarias de sus socios que podrían ser constitutivas de una absorción ilegal de empresas.

Fridman se defiende

Un portavoz de Fridman ha asegurado que "aún no hemos recibido ninguna notificación legal sobre este asunto", insistiendo en que "las acusaciones, tal como las entendemos actualmente, parecen ser el producto de una teoría de la conspiración inventada por Dolset y sus asociados, de quienes se ha comprobado en asuntos relacionados que han aportado pruebas falsas y engañosas". 

La investigación por la quiebra de Zed no es el único escollo en el camino de Fridman, que se enfrenta también a una denuncia ante la CNMV por parte de una asociación de minoritarios que le acusa de haber hundido la acción de la cadena para, al igual que lo ocurrido en la tecnológica, quedársela también a precio de saldo. 

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