
Adiós a la etapa de Josep María Bartomeu como presidente del Barcelona. Tras varios días en la cuerda floja por la moción de censura contra su Junta, tanto él como toda la directiva han anunciado la dimisión poniendo así fin a seis años al frente de la entidad culé. Al frente, se queda una gestora que encabezará la institución hasta las elecciones en el máximo de tres meses.
Ni el último intento a la desesperada, de una larga retahíla de medidas y decisiones ha evitado la despedida más amarga del que ha sido el segundo presidente del Barcelona con más títulos en la historia. Tras el sí de la Generalitat para celebrar la moción de censura pese al coronavirus, una reunión de urgencia de la Junta ha acabado con toda la dimisión de ésta antes de pasar por una votación histórica y que había reunido todas las firmas necesarias para acabar con el hartazgo de la mayoría de los socios.
Un Bartomeu que ha presentado frentes de guerra por todos lados y que se marcha tal y como llegó, lleno de polémica, sucediendo a Sandro Rosell por la imputación de este. Con Messi, el último, llegando a tentar a la máxima estrella de la historia azulgrana de marcharse por la puerta de atrás. Pero antes con Neymar, Piqué, otros tantos jugadores o directivos que decidieron darle la espalda por unas decisiones más que cuestionables.
Seis años al frente de un Barcelona que, aunque lo despide plagado de títulos (108 en todas las secciones) y con el triplete de 2015 como gran joya de la corona, ha dejado que fuese poco a poco haciéndose más pequeño deportivamente mientras sus cuentas miraban hacia imposibles (como los mil millones de euros en ingresos que evitó la covid-19). El sueño inalcanzable de dejar el camino para el futuro Espai Barça o los líos con el Erte y la nueva reducción salarial son otros de sus últimos fracasos que ya pasan a ser historia blaugrana.
Ataque a la Generalitat
El ya dimitido presidente del Barcelona, en una comparecencia sin preguntas, comentó que la decisión se ha tomado "de manera serena y acordada" por todos los componentes de la directiva y cargó contra la Generalitat de Cataluña por no haber ofrecido "cobertura legal" a la petición del club de realizar el referéndum en diferentes sedes, para lo cual había solicitado quince días de plazo extra.
"Les pedíamos (a la Generalitat) cobertura legal, la misma que pidieron ellos al gobierno central, pero han decidido no dar lo mismo que han pedido. Han optado por lavarse las manos en una situación que les resulta incómoda", afirmó.
"Teníamos que preservar la salud de todo el mundo y no podíamos situarnos en la tesitura entre la salud y una votación"
Bartomeu dijo que el Barcelona no podía convocar la moción de censura en estas circunstancias. "Teníamos que preservar la salud de todo el mundo y no podíamos situarnos en la tesitura entre la salud y una votación. Por eso no convocamos a los socios y dimitimos", insistió.
Aseguró que la directiva no abandonó después del 2-8 de Lisboa ante el Bayern Múnich, en la Liga de Campeones, por sentido de la responsabilidad. "Lo más fácil era dimitir, irse después de aquella dolorosa derrota, pero había que tomar decisiones y todo ello en medio de una crisis mundial sin precedentes. No podíamos dejar el club en manos de una gestora con competencias limitadas", indicó.
Comienza la carrera por las elecciones
Ahora se abre un nuevo camino en un Barcelona que dirigirá una gestora hasta las elecciones en un máximo de tres meses. Con, de momento, cuatro candidatos oficiales (Jordi Farré, Víctor Font, Lluís Fernández-Alà y Toni Freixa), la posible irrupción de Joan Laporta podría trastocar unos meses que se esperan inciertos por la situación que genera presidir el Barcelona y el momento en el que se encuentra el club con un grave daño económico por la pandemia.
Ja era hora! Per fi s'obren els camins per refer el Barça!
— Joan Laporta Estruch???? (@JoanLaportaFCB) October 27, 2020
Visca el Barça! ??????
Precisamente el citado Laporta aunque todavía no candidato oficial, es el favorito para regresar a la primera plana culé tras su anterior mandato entre 2003 y 2010. Junto a él, un Víctor Font al que siempre se le ha puesto de la mano de Xavi Hernández, un Toni Freixa que ya sabe lo que es presentarse a unas elecciones, un Jordi Farré que parte con el punto fuerte de ser el impulsor de la moción de censura y un Fernández-Alà impaciente por dar la sorpresa.