Deporte y Negocio

La gestión de Bartomeu dinamita el futuro a corto plazo del Barcelona

Josep María Bartomeu, presidente del Fútbol Club Barcelona. Imagen: Getty

Corría el año 2006 cuando por aquel entonces, Florentino Pérez, anunció su sorprendente dimisión como presidente del Real Madrid: "He maleducado a los jugadores y se han confundido. No les culpo, yo soy el único responsable. Algunos están confundidos y yo he participado en su confusión. La mejor manera de que lo entiendan es que otros hagan lo que yo no he sido capaz. No me han gustado muchas de las actuaciones de los últimos días y debo echarme la culpa a mi mismo". Unas declaraciones que evidenciaron la mala gestión de los últimos años por parte del actual máximo mandatario blanco y que transformó radicalmente tras una segunda etapa que inició en 2009. Las cosas cambiaron y hoy en día nadie se imagina que esto vuelva a pasar en el Real Madrid.

Esta situación que provocó la dimisión de Florentino Pérez es algo que está ocurriendo ahora en el Fútbol Club Barcelona y más aún después de la sonrojante e histórica derrota ante el Bayern de Múnich por 2-8. "Hemos tocado fondo. Todos tenemos que mirar y reflexionar internamente y decidir qué es lo mejor para el club, que es lo más importante", declaró Piqué tras el encuentro. Los últimos años de Josep María Bartomeu como presidente culé están dejando muchas más sombras que luces y es en parte por su mala gestión. Una gestión que ha terminado esta temporada con ningún título, algo que no ocurría desde la temporada 2013-2014 con el Tata Martino como entrenador.

Hay muchas (y malas) decisiones en los últimos años que han marcado el trabajo como presidente de un Bartomeu que, salvo sorpresa, seguirá siendo el máximo responsable hasta 2021, año en el que están fijadas nuevas elecciones presidenciales del club. La peor de todas ellas es, sin duda, la de permitir el máximo poder posible a sus jugadores. Unos futbolistas que ya han dado sus máximos días de gloria al club, pero que sin embargo mantienen unos sueldos estratosféricos: aproximadamente el 70% del gasto del club se va en los salarios de una plantilla envejecida y agotada que su presidente no ha sabido renovar a tiempo.

Por no hablar de los fichajes. En estos años el Barcelona ha malgastado el dinero gastándose 403 millones de euros en Coutinho (145), Dembélé (138) y Griezmann (120) y, de momento, el club no ha sabido rentabilizarles ni dentro ni fuera del campo. Cuatro veces más que todo el once del Bayern (100 millones de euros) que este sábado destrozó a un Barcelona cuya alineación (277,4 millones) costó casi tres veces mayor que la de su rival. Todo esto, sumado a la actual crisis de la pandemia por el coronavirus, donde el club blaugrana, como el resto de equipos, dejará de ganar cientos de millones por el ticketing, publicidad y patrocinio. 

El peor momento para hacer una revolución

El Barcelona debería cambiar a varios de sus jugadores, vacas sagradas asentadas y acomodadas con sueldos fuera de la normalidad existente que aprobó Josep María Bartomeu, pero no va a ser nada fácil. El club necesita resultados a corto plazo. Unos resultados que parecen imposible que lleguen con un equipo veterano que vive del pasado y cuyos mejores años ya pasaron, como es el caso de Luis Suárez, Sergio Busquets, Gerard Piqué, Jordi Alba, Ivan Rakitic o incluso Lionel Messi. 

Estos, y otros jugadores, han perdido valor de mercado y parece difícil que el club pueda sacar una buena cantidad de millones para buscar otros jugadores en el mercado. Y más aún en estos tiempos que corren. Para más inri, la temporada que viene, la 2020-2021, arrancará en menos de un mes y al Barcelona, que promete cambios tal y como anunció su todavía presidente al término del encuentro ante el Bayern, se le echa el tiempo encima. Florentino Pérez lo supo ver y reaccionar a tiempo hace catorce años. ¿Lo hará ahora Bartomeu?

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