Deporte y Negocio

El Barcelona rebaja el sueldo de sus jugadores: el ERTE, un mal necesario ante la dudosa política de Bartomeu

  • El 50% del presupuesto para esta campaña va destinado a la masa salarial
  • El club evita el despido temporal y se da cinco días para negociar cada caso
  • Con el estado de alarma se había parado la actividad deportiva y comercial

El Barcelona ha hecho oficial el plan que durante los últimos días ya había puesto en marcha para tratar de enderezar su delicada situación económica. Pese a ser el primer club del mundo en superar los 1.000 millones de presupuesto, pese a la enorme imagen de marca que tiene la elástica blaugrana, el coronavirus no entiende de clases y ha azotado las cuentas culés. Unos cálculos que destinan el 50% a la masa salarial y han empujado a la directiva que lidera Josep María Bartomeu a tener que aplicar con el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) una reducción de jornada y con ello un descenso en los sueldos para no acometer un despido temporal que comprometa los empleos de miles de personas que engrasan la maquinaria diaria de Can Barça.

No es oro todo lo que reluce y el primer equipo de la categoría reina del fútbol español que ha tomado medidas drásticas ante la crisis financiera propiciada por el Covid-19 ha sido el Barcelona. Ni más ni menos que el vigente campeón, líder hasta que LaLiga tuvo que suspenderse y aquel con el presupuesto, el límite salarial o los ingresos por televisión más altos de Primera División. Una competición completamente parada hasta nuevo aviso del Gobierno y que ha provocado, junto al cese de toda actividad comercial y deportiva, que las arcas azulgranas dejen de ingresar dinero para desnudar la ya de por sí dudosa política económica de la directiva.

Porque pese a que desde el Camp Nou han sacado pecho de puertas hacia fuera durante los últimos años, la realidad es que el Barça ha venido aprobando el curso económico con lo justo. Muestra de ello, la elevada partida de gastos que en la temporada pasada dejó un beneficio tras impuestos de solo 4,5 millones de euros, pese a registrar unos ingresos de 990 'kilos'.

Pero con la confianza de los socios (cada vez menor), la Junta Directiva esgrimió para esta campaña el mencionado presupuesto récord de 1.047 millones. El primer club en el mundo que sobrepasaba el techo del mil. Un objetivo que debido al efecto del coronavirus se ha convertido en un golpe de realidad, pues ya no es tan claro en la ciudad condal que se logre esa cifra de ingresos durante la 19/20 puesto que una de las más importantes partidas correspondía a sacar 172 millones en traspasos (algo que con el atípico verano que se avecina parece tarea imposible).

Un hecho que, lógicamente, compromete todo lo presupuestado y con ello los salarios no ya de jugadores, sino de todos los empleados que forman el Fútbol Club Barcelona. La partida más grande de los gastos corresponde a estos sueldos de personal y con 532,428 millones (394,709 pertenecen a la primera plantilla de fútbol) pone en juego la viabilidad culé. Un 50,85% del total, que se verá reducido durante todo el tiempo que dure la parálisis deportiva con el fin de salvar el ejercicio financiero y dar una imagen positiva al exterior.

La Junta se da cinco días para negociar cada caso con equidad y hasta una reducción máxima del 70%

Desechado el despido temporal por lo que podría suponer para un club del tamaño del Barcelona, libertad a sus jugadores de cualquier sección para negociar con otros equipos además del daño a la marca institucional, la directiva lleva una semana intentando pactar con sus deportistas la reducción de salario. Una propuesta que llega hasta un máximo del 70% y se concretará en los próximos cinco días, siempre "bajo criterios de proporcionalidad y, sobre todo, de equidad". Ya desde el pago de marzo y con carácter retroactivo hasta que dure el estado de alarma, los jugadores, eso sí, no verán afectado sus bonus o los complementos por imagen.

La Junta de Bartomeu ha aplicado el primer ERTE en el fútbol de élite español y ha reducido el salario a todas sus secciones para sortear las consecuencias drásticas del coronavirus. Un golpe de realidad para la entidad deportiva que más destinaba a sus empleados.

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