
La Policía ha arrestado este martes a nueve personas en el marco de la segunda fase de la 'Operación Oikos' contra el amaño de partidos en LaLiga. Entre los detenidos estarían los futbolistas Pichu Atienza, del Real Zaragoza, e Íñigo López, ex del Deportivo de la Coruña (entre otros) y que ya fue arrestado e investigado durante la primera fase de la operación que dejó a Carlos Aranda y a Raúl Bravo en el ojo de la trama.
Los Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) han sorprendido esta mañana al reanudar la 'Operación Oikos' que durante el pasado mes de mayo ya dejó a once futbolistas detenidos y varias personas cercanas al balompié como investigados, por una trama de amaño de partidos. Esta vez, la Policía ha detenido, al menos, a nueve personas, entre las que se encontrarían dos jugadores en activo, así como el expresidente del Huesca, Agustín Lasaosa, y el exjefe de los servicios médicos del club maño, Juan Carlos Galindo.
Entre los futbolistas se encuentra el central del Zaragoza Francisco Javier 'Pichu' Atienza, que esta temporada ha intervenido en 13 encuentros con el conjunto aragonés. Además, Íñigo López que ya fue arrestado en mayo y que en la actualidad milita en el Sanse madrileño, también ha se encuentra dentro de esta segunda fase.
En el caso de Atienza, el Zaragoza ha comunicado que "abre una investigación, transmite su respaldo y confianza en el jugador, al tiempo que solicita para él la indispensable presunción de inocencia". Además, el club de Segunda División "expresa al mismo tiempo su respeto por la actuación de la Justicia y por cuantas intervenciones e iniciativas haya de llevar a cabo".
Aranda y Raúl Bravo no han sido detenidos pero tendrán nuevas imputaciones
Además, del expresidente del Huesca, el antiguo jefe médico y los dos futbolistas, entre los arrestados estaría Carlos Laguna, exdirector financiero del Huesca, el empresario Jesús Sanagustín, Aritz López, exentrenador del Tenerife y el representante de Íñigo, Rodrigo Fernández.
Sin ser arrestados, los agentes también han llamado a declarar a Carlos Aranda y Raúl Bravo. Tras el análisis de sus dispositivos móviles, se les comunicará la imputación de nuevos delitos. Ambos fueron señalados como presuntos cabecillas de la trama, con especial hincapié en el primero de ellos, quien habría amenazado a varios futbolistas para que entrasen en los amaños.
"Se hallaron varias hojas manuscritas que recogían una operativa de recaudación, reparto, devolución y entrega de fondos para el condicionamiento de un resultado deportivo"
Durante la primera fase de la operación, llevada a cabo el pasado mes de mayo, los agentes hallaron varias hojas manuscritas que recogía "una operativa de recaudación, reparto, devolución y entrega de fondos para el condicionamiento de un resultado deportivo de la Segunda División de Fútbol de la Liga Española".
Tras el análisis de la documentación, los investigadores han constatado, según la Policía -que no especifica nombres-, "que un club de fútbol desembolsó fondos en metálico a la plantilla de otro equipo tras la victoria de éstos en un partido celebrado en el mes de junio del año 2017, con la finalidad de facilitar su ascenso a la última plaza de playoff de ascenso a la Primera División de Fútbol".
"Para realizar el pago, diferentes personas físicas y jurídicas relacionadas directa e indirectamente con el club adelantaron diversas cantidades en efectivo para el pago de la prima, generando una deuda en el club con estos 'prestamistas' que fue amortizada en los meses siguientes a su entrega", concluye el comunicado de la Policía Nacional.
Fuentes policiales apuntan a que el Huesca orquestó una prima al Reus para que venciera al Real Valladolid en la penúltima jornada de la temporada 16/17 para así favorecer al conjunto oscense, finalmente poseedor de la última plaza para jugar el playoff de ascenso por delante del vallisoletano.
Según los informes policiales, Raúl Bravo y Carlos Aranda eran los encargados de captar jugadores para convenir resultados que luego propiciaban ganancias en apuestas. Las pesquisas policiales se iniciaron con una denuncia del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol ante la Fiscalía Provincial de Huesca a raíz del Huesca-Nástic de la temporada pasada.