Construcción Inmobiliario

CAF y Comsa se disputan un tranvía en Israel de 1.000 millones

  • Compiten en sendos consorcios por la línea entre Haifa y Nazaret
Jorge Miarnau, presidente de Comsa

El fabricante de material rodante vasco CAF y la constructora catalana Comsa Corporación se ven las caras en uno de los mayores proyectos de infraestructuras que hay en marcha en Israel. Ambas compañías forman parte de sendos consorcios que compiten por el contrato para el diseño, la financiación, la construcción y la explotación de la línea de tren-tranvía que conectará las localidades de Haifa y Nazaret, con una longitud de 41 kilómetros. El valor de esta iniciativa se sitúa en el entorno de los 1.000 millones de euros.

CAF busca reforzar su posición en Israel, uno de los mercados que más alegrías le ha reportado en los últimos tiempos. Para ello, ha vuelto a unir fuerzas con la israelí Shapir, el socio con el que se adjudicó hace dos años el tranvía de Jerusalén, valorado en 1.800 millones de euros, y a comienzos de este año el tren ligero de Tel Aviv, con una inversión estimada en más de 1.000 millones de euros. El consorcio lo completa la firma local Keren Noy. 

Comsa se había aliado inicialmente con Globalvia, pero la operadora ha decidido retirarse y ahora la constructora y sus socios buscan una nueva concesionaria

CAF tiene enfrente a otros cinco consorcios. Uno de ellos está participado por Comsa, que ya intentó en su día entrar en Israel con el tranvía de Jerusalén. La constructora que preside Jorge Miarnau se ha aliado con la empresa rusa Transmashholding (TMH), especializada en la fabricación de trenes, y con Lesico, uno de los mayores grupos de construcción de Israel. Inicialmente también estaba integrado, como operador de la infraestructura, por la española Globalvia. Sin embargo, según fuentes conocedoras, la concesionaria que dirige Javier Pérez Fortea ha decidido retirarse de esta alianza. Los miembros de la misma persisten en su interés en participar en este concurso y se hallan en este momento buscando un nuevo socio para la explotación.

Mientras, las otras cuatro alianzas son las conformadas por la israelí Dan Bus, la polaca Pesa, la italiana ATM y las chinas Shenyang y China Railway Group Limited (CREC); las locales Minrav, Electra y Allied con la francesa Alstom; las israelíes Meir y Afkon con la china CRRC & CRCC; y las israelíes Shikun & Binui y Egged Transportation, la suiza Stadler, la japonesa Hitachi, la india Texmaco y la australiana Downer. 

Las ofertas se presentarán antes de final de año y la adjudicación tendrá lugar en 2023

El contrato, promovido Trans Israel, dependiente del Ministerio de Transportes y Seguridad Vial del país, contempla la construcción de la línea ferroviaria de 41 kilómetros de longitud de doble vía y 20 estaciones, así como la compra de material rodante, la instalación de la señalización y la electrificación de la infraestructura. De igual modo, el consorcio adjudicatario también se encargará de la explotación y el mantenimiento de la línea durante 25 años. Las estimaciones oficiales apuntan a que el tren transportará a 100.000 pasajeros diarios.

El valor del contrato se estima en entre 850 y 1.150 millones de euros. Las ofertas se presentarán antes de final de año y la adjudicación tendrá lugar en 2023. 

En las fases iniciales del proyecto ya han trabajado dos ingenierías españolas, la pública Ineco, para la planificación, y la vasca Idom, para el contrato de gestión. 

Globalvia y Ferrovial en Irlanda

Por otro lado, Globalvia y Ferrovial cambian de socio en sus autopistas en Irlanda. El fondo holandés DIF Capital Partners ha acordado la venta a la firma inglesa Semperian PPP Investment Partners del 50% de la M50, en la que Globalvia tiene el otro 50%, el 75% de la M3 y el 80% de la M4, en las que Ferrovial ostenta el 20%. Globalvia analizó ejercer su derecho preferente por el 50% de la M50, pero lo ha descartado.

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