La guerra está servida. La familia Benetton rechazó este jueves estar dispuesta a negociar la venta de su participación en el operador de infraestructuras italiano Atlantia, de la que es el primer accionista con el 33,1% a través de Edizione, a ACS, GIP y Brookfield. Muy al contrario, la saga transalpina ha movido ficha en los últimos días y está negociando una oferta alternativa con la gestora estadounidense Blackstone para eventualmente lanzar una oferta pública de adquisición (opa) por el 100% de Atlantia y excluirla de bolsa.
Este enfrentamiento ha provocado ya que la cotización del grupo de infraestructuras italiano suba en dos sesiones un 9,5%, hasta 20,30 euros -el nivel más alto desde febrero de 2020-. Esto se traduce en una revalorización de la capitalización de la firma en 1.453 millones de euros, hasta situarse en 16.763 millones. No solo eso. El choque también amenaza la continuidad de la alianza que Atlantia y ACS sellaron en 2018 en Abertis.
El miércoles a última hora de la tarde ACS confirmó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el acuerdo exclusivo con el fondo estadounidense GIP y el canadiense Brookfield para hacerse con el control del gigante italiano. En virtud del mismo, el grupo español acabaría comprando la mayoría del negocio de concesiones de autopistas de Atlantia, cuyo buque insignia es Abertis. Este planteamiento supondría, a priori, la ruptura del holding transalpino tal y como está constituido en la actualidad, algo a lo que se oponen los Benetton. Además de la gestión de autopistas de peaje en 11 países, Atlantia opera cinco aeropuertos en Italia y Francia y está presente con una posición relevante en las actividades de movilidad. Ni la firma que preside Florentino Pérez, que cuenta con los 4.900 millones por la venta de Cobra a Vinci, ni sus socios en el consorcio han dado más detalles sobre cuál sería el reparto en el supuesto de que su propuesta, que por ahora es no vinculante, llegue a buen término.
GIP y Brookfield informaron este jueves de una reunión "con representantes de Edizione los días 3 y 23 de marzo y que posteriormente presentaron una propuesta preliminar no vinculante a Edizione en relación con una posible oferta por Atlantia el 30 de marzo". "En la actualidad, en cualquier caso, el consorcio no ha tomado ninguna decisión sobre una posible oferta por Atlantia y no se han alcanzado acuerdos con Atlantia y/o sus accionistas", señalan los fondos.
Los Benetton, a través de un comunicado de Edizione, aseguran que no ven "ningún interés en el proyecto" planteado por ACS y los fondos y remarcan que su participación en Atlantia es "estratégica". El brazo inversor de la familia informó a GIP y a Brookfield de que no veía "ningún interés en el proyecto, que incluye, entre otras cosas, la cesión del negocio de Abertis y, potencialmente, de otros activos de autopistas, lo que supondría una "ruptura" de facto del Grupo Atlantia". "Es clave preservar la integridad del grupo y dar un mayor impulso a sus actividades apoyando su desarrollo sostenible como accionista principal", advierte.
Además del 33,1% de la familia italiana, el capital de Atlantia está dominado por el fondo de Singapore GIC, con un 8,29%, por delante de HSBC, con el 5,01%
En la nota, Edizione confirmó que "se están llevando a cabo conversaciones con el Grupo Blackstone como socio" para una eventual contraoferta, pero aclara que "aún no se ha llegado a ningún acuerdo sobre las transacciones relacionadas con Atlantia". Blackstone forma parte del consorcio, junto con CDP y el fondo australiano Macquarie, que pactó el año pasado la compra de Autostrade (ASPI) a Atlantia por 9.300 millones. Esta sociedad es la mayor gestora de autopistas de pago en Italia. Por ella también pujó hace un año ACS, que presentó una oferta no vinculante por cerca de 10.000 millones, aunque su interés no se concretó.
En la actualidad, además del 33,1% de la familia italiana, el capital de Atlantia está dominado por el fondo de Singapore GIC, con un 8,29%, por delante de HSBC, con el 5,01%, y Fondazione Cassa Di Risparmio di Torino, con el 4,54%.
Los Benetton y Florentino Pérez vuelven así a lidiar una guerra en una operación que se postula como una de las mayores del año en el mundo y que, dadas sus posturas enfrentadas, deja en el aire su actual alianza en Abertis.
La concesionaria italiana y ACS ya libraron en 2017 una guerra de opas (ofertas públicas de adquisición) por Abertis, pero finalmente ambos grupos llegaron a un acuerdo para ir de la mano y evitar encarecer aún más la operación, que se concretó en más de 18.300 millones de euros -casi 2.000 millones más que la oferta inicial de Atlantia-. El acuerdo estableció la toma del 50% más una acción por parte de Atlantia, quedándose ACS con el 30% y su filial alemana Hochtief con el 20% menos una acción -Pérez anunció recientemente su intención de absorber esta participación con la matriz-. Además, en la constructora germana los dos gigantes son también socios: ACS ostenta el 50,4% y Atlantia el 15,9%.
Deuda de 23.350 millones
A falta de conocer más detalles, el interés del grupo español se focaliza en las actividades de autopistas de la compañía italiana, que tras acordar el año pasado la venta de Autostrade, se concentran fundamentalmente en Abertis. La concesionaria española aportó el 83,7% del resultado bruto de explotación (ebitda) de Atlantia en 2021. La firma italiana también cuenta con activos en Latinoamérica, como el Grupo Costanera, Los Lagos Sociedad Concesionaria, AB Concessoes y la polaca Stalexport. En total, Atlantia y sus filiales gestionan más de 9.400 kilómetros de autopistas en el mundo, con una posición destacada en Francia, Chile y Brasil.
La compra de Abertis conllevaría, en cualquier caso, la consolidación en el balance de ACS de una deuda neta superior a los 23.350 millones de euros, un volumen que ataca el grado de inversión pretendido por Pérez. A ello se sumaría la del resto de concesiones de autopistas de Atlantia -su endeudamiento neto total es de 30.000 millones.
Fuera del interés de ACS quedan los aeropuertos que participa Atlantia: Roma y Bolonia, en Italia, y Niza, Saint-Tropez y Cannes-Mandelieu, en Francia. También es accionista, con un 15,5%, de Getlink, dueña del Canal de la Mancha. En servicios de movilidad tiene el 51% de Telepass, que acaba de anunciar la compra a Abertis de Eurotoll, y el 100% de Yunex Traffic.