Construcción Inmobiliario

FCC aplaza la refinanciación de los bonos de Aqualia por la crisis de Ucrania

  • Tiene margen hasta junio para retomar su emisión de bonos verdes
Pablo Colio, consejero delegado de FCC

La crisis en Ucrania está teniendo impactos en los mercados de capitales. FCC puede dar cuenta de ello. El grupo que controla el mexicano Carlos Slim ha tenido que dar marcha atrás en su plan de refinanciación de los bonos de su filial de agua Aqualia.

La compañía lanzó la propuesta a los bonistas la semana pasada, tal y como adelantó 'elEconomista', pero la respuesta del mercado, afectado por la amenaza de Rusia de invadir Ucrania, ha provocado que se vea obligada a aplazar tanto la emisión del nuevo bono con el que preveía sustituir el que vence en junio como la modificación del otro que tiene vivo.

El objetivo de esta operación es mejorar la estructura financiera de Aqualia tras conseguir el pasado año el grado de inversión

FCC ha tomado esta decisión, avanzada por 'Bloomberg', tras el 'roadshow' con inversores y analistas de la semana pasada. El plan ahora es aguardar al menos hasta después de la presentación de resultados del grupo, que está fijada para el 25 de febrero, para retomar la operación. Todo dependerá de los acontecimientos en Ucrania. En todo caso, el vencimiento del bono no llegará hasta el 8 de junio, por lo que aún tiene margen de maniobra. El objetivo de esta operación es mejorar la estructura financiera de Aqualia tras conseguir el pasado año el grado de inversión y reducir ostensiblemente su apalancamiento, pero con las incertidumbres actuales no es posible, según señalan fuentes financieras.

La propuesta de FCC, que tiene el 51% de Aqualia -el 49% es propiedad del fondo australiano IFM-, discurría por amortizar de manera anticipada, previsiblemente en marzo, el bono de 700 millones de Aqualia que vence en junio y lanzar una nueva emisión verde -para proyectos sostenibles- dividida en dos tramos por un importe conjunto de 800 millones, y con un plazo, respectivamente, de siete y diez años.

En paralelo, la compañía planteó a los tenedores del otro bono de Aqualia, con un principal de 650 millones y vencimiento en 2027, modificar las condiciones para liberar las garantías atribuidas.

A diferencia de lo que ocurría en 2017 cuando completó las dos emisiones de 700 y 650 millones de euros, Aqualia sí cuenta ahora -desde 2021- con el grado de inversión por parte de la agencia Fitch, con una calificación de BBB- (hace cuatro años era BB+).

Estos dos procesos quedan suspendidos, aunque es previsible que en las próximas semanas FCC retome su plan para reestructurar los bonos

Las condiciones de 2017 obligaron a la compañía a incluir algunas garantías y distintas restricciones como la distribución de dividendos o la capacidad de endeudamiento. Sin embargo, en estos cuatro años la posición crediticia de FCC Aqualia se ha fortalecido gracias a una reducción significativa de su apalancamiento, lo que le permitió a mediados de 2021 obtener el grado de inversión mencionado.

En este contexto, Aqualia había lanzado una oferta para amortizar anticipadamente el bono de 700 millones de euros que tiene un cupón anual del 1,413% y vence en junio y emitir un nuevo bono, con la consideración de verde, dividido en dos tramos con vencimiento a siete (2029) y diez años (2032) y por un importe total de 800 millones de euros. A diferencia del bono vigente, la nueva financiación pretendía ser no garantizada, aunque sí tendría determinadas limitaciones relacionadas con la capacidad de endeudamiento adicional, con la deuda de la matriz FCC o sus filiales o con el reparto de dividendos. BBVA, Société Générale, CaixaBank, Santander e ING habían sido los bancos colocadores contratados.

Eliminar garantías

Con la mejora del rating y en el marco de estas emisiones verdes, Aqualia también había solicitado a los bonistas su consentimiento para cambiar las condiciones del bono de 650 millones que tiene un rendimiento anual del 2,629% y vence en 2027. Con ello buscaba una estructura adecuada al grado de inversión que tiene. Así, proponía eliminar las garantías sobre múltiples filiales y proyectos en todo el mundo y, a cambio, implementar una prenda negativa, y flexibilizar las restricciones para endeudarse.

Por ahora, estos dos procesos quedan suspendidos, aunque es previsible que en las próximas semanas FCC retome su plan para reestructurar los bonos de Aqualia.

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