El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, volverá a fracasar este martes en el segundo pleno para optar a la investidura, ya que Junts per Catalunya volverá a abstenerse al no haber alcanzado todavía un acuerdo de legislatura con los republicanos.
Las negociaciones siguen encalladas en el papel que debe tener el Consell per la República, organismo ideado y presidido por Carles Puigdemont desde Bélgica, y sobre el que ahora se baraja una dirección colegiada entre partidos y entidades independentistas.
A falta de dicho consenso, ERC y Junts todavía no han entrado a pactar la estructura del próximo Govern y el reparto de carteras, aunque desde la formación neoconvergente consideran que el acuerdo puede llegar en "días", sin agotar el plazo de dos meses antes de que se convoquen automáticamente nuevas elecciones autonómicas si no hay presidente catalán.
El presidenciable del PSC, Salvador Illa, volverá a postularse como candidato a la investidura si se produce una segunda ronda de contactos, aunque tampoco cuenta de momento con apoyos suficientes para acceder a la Generalitat, y solo podría conseguirlo con la colaboración de ERC, algo hoy por hoy inviable.
Mientras tanto, Pimec evidenció este lunes la preocupación empresarial por el bloqueo político, e hizo un llamamiento a "la máxima responsabilidad y generosidad a todos los partidos políticos" para que se forme un nuevo Ejecutivo que acabe con la interinidad e incertidumbre política.
"Hay que explorar todas las coaliciones posibles que conduzcan a la estabilidad institucional", según el presidente de Pimec, Antoni Cañete.
