
El hasta ahora secretario general de Pimec, Antoni Cañete será previsiblemente el nuevo presidente de esta patronal catalana gracias a los apoyos de los socios colectivos, además de individuales.
Cañete ya obtuvo en verano el respaldo de la junta como relevo de Josep González, que había manifestado su intención de no renovar en el cargo y la posibilidad de no agotar el mandato. Con todo, cuando González anunció su retirada a principios de mes y convocó elecciones, se postuló como alternativa el miembro de la junta saliente Pere Barrios, cabeza de lista de la candidatura independentista Eines Pimec, apoyada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Pimec contaba con una sola urna en Barcelona como dispositivo electoral de los primeros comicios de su historia
Sin embargo, a mediodía Barrios declaró a la prensa que veía clara su derrota, si bien a las 20.00 horas ambos candidatos estaban registrando todavía votos delegados. Precisamente Barrios criticó la mala organización.
Pimec contaba con una sola urna en Barcelona como dispositivo electoral de los primeros comicios de su historia -Josep González fue durante tres décadas candidato único-, y Cañete la copó durante dos horas, por lo que algunos socios se quedaron horas en la cola y otros se fueron sin votar.
Pimec habilitó una segunda urna y Cañete se trasladó a la sede de Pimec en Girona -había otros cuatro puntos de votación en Cataluña- para registrar votos delegados individuales en su apoyo y liberar así el punto de votación de Barcelona, aunque finalmente regresó a la capital catalana.
El candidato independentista consideró que no era "lógico" que la gente que fue presencialmente tuviese que votar después de las personas que habían delegado su voto, mientras Cañete defendió que no estaba previamente determinado que se tuviera que proceder de otra manera, informó Europa Press.
El lunes, Barrios presentó alegaciones por presuntas irregularidades porque la candidatura oficialista, según su parecer, trabajaba desde hacía meses en la campaña, poniendo los recursos de la institución a su servicio.
La junta electoral desestimó las alegaciones al considerar que los comicios seguían los requisitos establecidos en los estatutos de Pimec y los defectos denunciados no vulneraban derechos de los socios ni de los candidatos elegibles.