
Arranca oficialmente la venta de Planasa, el mayor productor español de fresas y otras variedades de frutos rojos como arándanos, moras o frambuesas. Su mayor accionista, el fondo británico Cinven, espera recibir esta semana las primeras ofertas indicativas por la compañía en el que promete ser el mayor proceso competitivo del año para el mercado del capital riesgo en España.
Aunque Cinven no ha marcado un precio de salida, fuentes del mercado indican que aspira a que Planasa alcance una valoración cercana a los 1.000 millones de euros. A la subasta pilotada por JPMorgan y el bufete Pérez-Llorca se espera que concurran buena parte de las grandes gestoras internacionales de private equity que operan en España como CVC, EQT, PAI Partners, Partners Group, Bain, Bridgepoint, Advent, Carlyle y Paine Schwartz Partners, entre otras.
El atractivo del sector hortofrutícola y el tamaño de Planasa hacen prever, según las fuentes consultadas, una reñida puja. Las fuentes apuntan a posibles alianzas entre fondos internacionales y locales, así como a acuerdos entre firmas de private equity y grupos industriales y de los propios fondos con sus inversores (limited partners).
Alianzas y financiación
Algunos de los candidatos se quedaron en el camino en el proceso competitivo a finales de 2017. Entonces la gestora británica Cinven, liderada por Jorge Quemada en España y que controla el 65% del capital, tomó el control de Planasa imponiéndose a CVC, Bain y PAI, que participaba en un consorcio junto al fondo español Alantra y Ardian, en una operación que valoró Planasa en cerca de 450 millones de euros.
Para gestoras internacionales con larga trayectoria en España como Advent, CVC o Carlyle la compra de Planasa supondría una de sus primeras apuestas por la industria agroalimentaria, un negocio que, sin embargo, conoce bien el fondo británico Bridgepoint, dueño desde 2021 de la compañía de genética de uva Sun World. Otras fuentes indican el posible interés de Paine Schwartz Partners, dueño de SNFL (Specialty New Fruit Licensing) por buscar alianzas con gestoras panaeuropeas como EQT.
Si se cierra con éxito, la venta de Planasa marcará un hito en el mercado español de capital riesgo tras la ralentización y encarecimiento de las grandes compras apalancadas (buyouts). Fuentes financieras apuntan a que, a la valoración inicial de 1.000 millones los fondos tendrán que aportar unos 600 millones en recursos propios (equity). La estructura de financiación para sellar la compra podría incluir un tramo de deuda mezzanine e incluso PIK para complementar la deuda bancaria tradicional.