Banca y finanzas

El sector financiero deberá limpiar aún hasta un tercio del 'ladrillo'

  • Los expertos llaman a aprovechar el buen momento para vender
Foto: Archivo.

A pesar del esfuerzo por reducir ladrillo de la banca española en los dos últimos años a través de las grandes ventas de cartera, el sector financiero aún tiene que reducir un tercio de sus activos improductivos para alcanzar los niveles precrisis. Las distintas entidades del país mantienen el volumen actual de estos activos, que comprenden adjudicados más dudosos, en una horquilla de entre los 72.000 millones y los 80.000 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España y de Standard and Poor's. Esta cifra aún supone que el peso de este riesgo en el balance de las entidades se sitúa en torno al 7%, y para alcanzar la tasa previa a la crisis, debe establecerse por debajo del 4%, según la agencia calificadora, lo que supondría una reducción de en torno a 30.000 millones de euros.

El organismo supervisor nacional, gobernado por Pablo Hernández de Cos, advirtió a las entidades, a través de la Memoria de Supervisión Bancaria publicada el pasado 2 de abril, que su exposición a estos activos aún estaba por encima de la de 2007 e instaba a acelerar el proceso de desinversión. Entre las ventajas que destacó el Banco de España en las operaciones de grandes ventas de cartera, apuntó a la reducción de "la exposición a los riesgos asociados a este tipo de activos, de modo que aumente la resistencia de las entidades a la hora de enfrentarse a los retos del entorno actual o a futuras crisis".

Bajo esta misma línea, S&P también alertaba en un informe sobre los activos improductivos de la banca europea, publicado el pasado mes de febrero, de la necesidad de seguir reduciendo ladrillo con el objetivo de "ofrecer una mayor estabilidad" de cara a la próxima recesión. El Banco de España ya ha constatado que la demanda de crédito al consumo se ha frenado en el primer trimestre del año, y por primera vez desde 2016, en consonancia con la actividad económica. No obstante, el Banco Central Europeo (BCE) prevé que la economía vuelva a estabilizarse en la última parte de 2019, pudiendo evitar un alza de la morosidad en las entidades.

La previsión de Standard and Poor's para los bancos españoles es que reduzcan en torno a 30.000 millones de euros de ladrillo en los próximos dos años. Esta cifra supondría que las entidades volverían a tocar los niveles de antes de la crisis a partir del año que viene, doce años después del inicio de la recesión económica.

Grandes operaciones

De momento, la actividad del sector inmobiliario en España sigue al alza y los expertos recomiendan al sector financiero aprovechar esta ola para continuar desinvirtiendo en activos improductivos, con las menores pérdidas posibles.

Banco Santander, CaixaBank, BBVA y Banco Sabadell han liderado las grandes desinversiones de activos improductivos en los dos últimos años. La entidad que encabeza Ana Botín dio el pistoletazo de salida a estas operaciones en agosto de 2017 cuando anunció el traspaso del 51% del ladrillo del Popular a Blackstone. Apenas tres meses después CaixaBank hizo lo mismo con Lone Star, al que cedió 10.240 millones de estos activos, y BBVA, con Cerberus, al traspasarle otros 10.400 millones. El banco que preside Josep Oliu vendió cuatro carteras por 12.500 millones el año pasado, cumpliendo el objetivo previsto de limpieza para 2020.

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