Banca y finanzas

El nuevo Banco Popular, a sus clientes: "No sabemos qué va a pasar"

Los empleados de las sucursales explican a quienes se acercan que desconocen la fecha de la integración y si la entidad conservará la marca, pero coinciden en decir que de momento todo funciona igual. Los accionistas de Popular afinan su estrategia en todas las vías judiciales.

La compra del Banco Popular por el Santander ha provocado un murmullo constante en la fila de los clientes que esperan su turno en la caja. Con ironía, algunos comentan que la mejor opción es sacar todo el dinero y guardarlo debajo del colchón, otros abogan por la calma y porque no va a pasar nada, mientras, los que más, aseguran que ya no te puedes fiar de nadie. Pero todos aprovechan su turno para preguntar a los empleados de las distintas oficinas que está pasando, y sobre todo, qué va a pasar.

La respuesta varía, y en ocasiones mucho, en función de la sucursal en la que se pregunte. Este diario ha acudido a varias oficinas del Popular para conocer cómo explican los trabajadores a los clientes la situación de la entidad. Casi todos paran unos segundos, toman aire, y comienzan la explicación. La primera respuesta es "ya somos Santander, pero aún funcionamos bajo la sociedad Popular".

Todos coinciden en dejar claro a los clientes que el dueño del Popular ha cambiado y ahora es la entidad que preside Ana Patricia Botín, pero también llaman a una calma cortoplacista asegurando que por el momento no se ha modificado nada. "Seguimos funcionando igual y bajo las mismas directrices que antes, no tenemos nuevas órdenes", asegura uno de los empleados de la oficina de la madrileña calle Cedaceros. Sin embargo, las versiones son menos resolutivas cuando se les pregunta si el Popular cambiará de nombre y pasará a llamarse Santander.

"Desde mi opinión, cuando se integren los dos bancos, desaparecerá la marca, pero esa es mi opinión", responde el mismo empleado. Desde otra de las oficinas situada en la calle Diego de León la contestación es más desconcertante: "No lo sabemos, igual en un futuro somos Santander, pero no lo sabemos, no sabemos qué va a pasar y si esto va a dejar de ser el Popular".

Del mismo modo, empleados de la sucursal de la calle Manuel Becerra, recuerdan que la entidad no tiene por qué cambiar de marca obligatoriamente, puesto que cuando el Popular absorbió el banco Pastor en 2011, mantuvo la marca en Galicia. Aunque en la mayoría de las oficinas, sus empleados creen que en un futuro la insignia Popular desaparecerá. La fecha de ese "futuro" también es una incógnita entre los propios trabajadores y así se lo transmiten a los clientes.

Más allá de 2017

Lo que la mayoría tiene claro es que este año aún no se va producir ningún cambio porque la integración entre los dos bancos tardará en realizarse. "El proceso va a ser largo, porque hay que integrar la base de datos, el personal y las oficinas", comentan desde una sucursal de la calle Clara del Rey. Desde otra oficina explican que, al menos, hasta dentro de un año no habrán cambios, mientras otros empleados dejan acabar 2017, pero ven posibles los cambios en unos seis meses.

Todos coinciden en asegurar que se produzca el cambio de que se produzca, y se realice cuando se realice, se informará antes a todos los clientes. "Si el Popular pasa a llamarse Santander, tenemos que comunicárselo a los clientes por carta con un mínimo legal de 60 días para que ellos tomen la decisión de si quieren quedarse en la entidad o cambiar", explica uno de los empleados. "Se le ofrecerá al cliente unas condiciones para que puedan elegir si quedarse o irse, como hicimos con el Pastor", aseguran desde otra sucursal.

Reestructuración de oficinas

Los trabajadores del Popular también ven con incertidumbre su propio futuro. "En un año ni siquiera sé si estaré yo aquí", comenta un empleado. Otro de ellos evidencia que se cerrarán varias sucursales: "Habrá una reestructuración de las oficinas, porque si te das cuenta, donde hay un Popular, siempre hay un Santander al lado".

Respecto a Aliseda, la compañía que nació en enero de 2014 para gestionar el negocio inmobiliario del Popular, continúa funcionando igual. Los clientes que estén interesados en una propiedad del banco aún pueden acudir a la compañía a informarse por ella y aún pueden disfrutar, dependiendo del perfil del cliente, de hasta el 100% de la financiación de la hipoteca, gastos incluidos. Aunque los trabajadores también advierten que en el futuro lo más posible es que las propiedades inmobiliarias pasen a ser gestionadas por el Santander, caso en el que podrían cambiar los precios de las mismas y la financiación para la adquisición.

Sobre las cuestiones más cotidianas, los empleados del Popular informan a los clientes que aún no pueden ir con su tarjeta bancaria y sacar efectivo en un cajero del Banco Santander, porque, aunque ya es el dueño de la entidad, todavía le cobrará comisiones. A pesar de todos los cambios que se avecinan, los trabajadores del banco antes presidido por Emilio Saracho tratan de transmitir por encima de todo calma a sus clientes, asegurándoles que todo continúa igual.

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